Roma.- Tres de los 15 migrantes que viajaban como polizones en un buque de bandera turca han sido denunciados por poseer cuchillos, pero por el momento no se tienen pruebas sobre que quisieran secuestrar el barco en el que intervinieron frente a las costas de Nápoles (sur de Italia) efectivos de las Fuerzas Especiales del Ejército italiano tras la alarma lanzar por el capitán.

El ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, explicó que un grupo de migrantes había secuestrado el barco que había salido de de Turquía y se dirigía a Francia y posteriormente anunció el fin de la operación con la toma de control de la nave por parte de los militares.

Tras escuchar al capitan del barco y a los migrantes, 13 hombres y dos mujeres, una de ellas embarazadas, procedentes de Siria, Afganistán e Irak, se denunció a tres de ellos por posesión de dos cuchillos y un cúter mientras que la fiscalía abrió una investigación para aclarar si hubo un intento de secuestro.

Los medios italianos informan de que el comandante del barco dio la alarma tras ver a dos personas con cuchillos que deambulaban por la zona de máquinas del barco donde, sin embargo, no pudieron entrar y que después los dos inmigrantes se reunieron con los demás, pero de esta declaración no se observó nada que indicase un intento de secuestro.

A la llegada de los militares italianos, los migrantes intentaron esconderse ante el temor de ser repatriados, según indicaron algunos de ellos a los investigadores, añaden los medios.

La reconstrucción de los hechos publicada hoy por los medios no coincide con la versión que dio el ministro de Defensa, Guido Crosetto, quien anunció la «captura de los secuestradores» después de una gran operación por parte de las fuerzas especiales del batallón San Marco de la Armada.

De los migrantes, cuatro se encuentra en el hospital, entre ellos la mujer embarazada, un hombre en malas condiciones de salud, otro con sospecha de fractura de tobillo y otro con hipotermia severa. EFE