Chicago (IL) – El demócrata Richard Durbin, que junto con el republicano Lindsey Graham presentó esta semana una nueva versión del Dream Act, reconoció este viernes a Efe que la aprobación del proyecto de ley no sería para ya y que solo llegaría a «largo plazo».
El senador por Illinois destacó que el Dream Act, que presentó por primera vez en 2001 y que nunca ha logrado que fuera aprobado en sus numerosos intentos, ha representado para él una «larga lucha» en favor de los jóvenes indocumentados, aunque esta vez se mostró más optimista.
«Creo que esta vez vamos a lograr un fuerte apoyo bipartidista, y confío en que hasta podamos convencer al presidente (Donald) Trump para que nos acompañe», dijo Durbin al margen de un encuentro en Chicago con representantes de la comunidad venezolana para analizar su situación.
Pero para lograr su objetivo deben convencer a al menos 12 senadores republicanos, que controlan actualmente la Cámara alta.
Durbin no adelantó nombres de quiénes podrían acompañar esta iniciativa, aunque respondió que «son decenas, de los habituales», sin especificar a qué partido pertenecen.
Reconoció sin embargo que será necesaria una dura negociación para lograr los votos, lo que convertiría la aprobación de esta ley, a su entender, en un proceso a «largo plazo».
El proyecto de ley, conocido como «Dream Act 2019», permitiría a parte de estos jóvenes quedarse en Estados Unidos legalmente si cumplen varios requisitos: haber llegado siendo niños, haberse graduado en escuela secundaria o consiguieron un certificado de estudios equivalente, haber ido a la universidad, al servicio militar o haber trabajado al menos tres años.
El estatus legal de los «soñadores» ha sido uno de los puntos centrales del debate migratorio desde que Trump asumió la Presidencia e intentó anular la Acción Diferida (DACA) aprobada en 2012 por su antecesor, el demócrata Barack Obama.
DACA ha amparado a cerca de 690.000 jóvenes indocumentados, que tienen permiso temporal de trabajo y residencia que les ha protegido además de la deportación.
A pesar de los intentos de la Casa Blanca y de varios estados gobernados por republicanos, el programa se ha mantenido en vigencia por fuerza de acciones judiciales y se espera que la Corte Suprema será la que tenga que definir su futuro.
«La posición del presidente sobre DACA dificulta las cosas», dijo Durbin, aunque, a su entender, existe un convencimiento generalizado entre demócratas y republicanos de que «la justicia para los ‘soñadores’ es una buena causa».
En el año 2013, Durbin y Graham lideraron el llamado Grupo de los Ocho -cuatro senadores demócratas y cuatro republicanos-, que presentaron un proyecto de ley de reforma migratoria integral que fue aprobado en la Cámara alta por 68-32, pero luego el liderazgo republicano de la Cámara de Representantes se negó a considerarlo.
Ahora los republicanos dominan el Senado y los demócratas la Cámara de Representantes, por lo que la capacidad de Durbin y Graham de convencer a los conservadores se torna vital para poder sacar adelante el proyecto de ley del que salió el sobrenombre de «dreamers» (soñadores), los jóvenes indocumentados que se verían beneficiados y que llegaron al país siendo unos niños.
La bancada demócrata en la Cámara baja presentó este mes su versión de protección migratoria a los «soñadores», expandiendo la oportunidad de acceso a la ciudadanía a los titulares del Estatus de Protección Temporal (TPS) y el de Partida Forzada Diferida (DED) y su aprobación se da como garantizada.
Según los cálculos de la Universidad de California del Sur (USC, sigla en inglés), estos requerimientos los cumplen más de 2,5 millones de jóvenes indocumentados en EE.UU.
Durbin también trabaja para ayudar a otros inmigrantes, como los venezolanos que han emigrado ante la crisis económica, política y social que vive su país.
Por ello, se reunió este viernes con un grupo de venezolanos que residen en Chicago para discutir la situación que se vive en ese país, que consideró «peligrosa y mortal».
«La gente no tiene acceso a medicamentos vitales o alimentos», señaló el legislador, quien visitó Venezuela el año pasado y se entrevistó con el presidente Nicolás Maduro y miembros de la oposición, incluyendo el ahora declarado presidente interino, Juan Guaidó.
Durbin, que ha reclamado a Trump que otorgue el TPS para los venezolanos, dijo ser contrario a una intervención militar en ese país, como lo reclamaron varios de los participantes en el encuentro, y dijo ser favorable al aumento de las sanciones económicas y de la presión diplomática internacional.