Manila.– El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, concedió el lunes un indulto al marine estadounidense Joseph Scott Pemberton, condenado por el homicidio en 2014 de Jennifer Laude, una mujer transexual filipina.
«Para hacer justicia, el presidente ha otorgado un perdón absoluto a Pemberton. Aquí en el Palacio», anunció el secretario de Asuntos Exteriores filipino, Teodore Locsin, en su cuenta de Twitter.
Pemberton, un soldado estadounidense que se encontraba en una misión de visita de tropas en Filipinas en 2014, mató a Laude cuando estaban a punto de mantener relaciones sexuales, al ahogarla en el inodoro cuando se dio cuenta de que tenía genitales masculinos.
Por ello, fue condenado en diciembre de 2015 a diez años de prisión por homicidio, de los que solo habría cumplido cuatro y medio.
La semana pasada, el tribunal regional de Zambales –donde se ubica la base naval de Subic en la que se produjo el crimen– concedió la libertad condicional a Pemberton por buena conducta de acuerdo a la ley filipina, aunque su liberación no se llevó a cabo ante el recurso interpuesto por la familia de Laude.
El abogado de los Laude alegó que Pemberton no puede acogerse a la ley filipina que contempla la reducción de penas por buen comportamiento, ya que se encontraba en el país bajo el Acuerdo de Visita de Tropas con EEUU.
La familia también solicitó pruebas del supuesto «buen comportamiento», ya que Perberton ha cumplido condena aislado en la prisión de Camp Aguinaldo, el principal cuartel militar de las Fuerzas Armadas en Manila, donde permanece encarcelado a la espera del perdón de Duterte.
El Departamento de Justicia -que actúa en Filipinas como la fiscalía- anunció la semana pasada que emplearía todos los medios para frenar la posible liberación de Pemberton, mientras varios grupos civiles protestaron en las calles por la decisión del tribunal de Zambales
Incluso el portavoz presidencial, Harry Roque, criticó la semana pasada la liberación anticipada de Pemberton, que calificó de una «extralimitación judicial» que «sienta un mal precedente», por lo que ha sorprendido hoy el anuncio del indulto presidencial.
La decisión de Duterte ha molestado a grupos civiles y defensores de derechos como Karapatan –una red nacional de organizaciones de derechos humanos–, que la consideró «una burla despreciable y desvergonzada a la justicia y un ejemplo de servilismo a los intereses imperialistas estadounidenses».
«Mientras defensores de los derechos humanos, activistas, críticos del gobierno y gente común son arrestados y encarcelados con todo tipo de cargos inventados (…), Duterte ha otorgado perdón absoluto a un asesino transfóbico, que no ha mostrado ni un ápice de remordimiento por su brutal crimen», denunció hoy Cristina Palabay, coordinadora de Karapatan.