Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla) – La escasez de dólares, los apagones, la temporada seca que se extendió más de lo usual, las invasiones de tierras y una temprana campaña electoral han creado un ambiente que economistas independientes temen golpee a la economía en el segundo semestre.
-Expertos advierten que, si no se eficienta la política fiscal y no se potencia la productividad nacional, creando un ambiente propicio para la inversión conjuntamente con el sector privado, la economía seguirá desacelerándose.
La combinación de estos factores, coinciden los entrevistados y organismos financieros internacionales, provocará un menor crecimiento para el presente año, en relación a lo que ha proyectado el Banco Central de Honduras (BCH, emisor) en su Programa Monetario 2024-2025.
Y es que la economía hondureña ya registra una desaceleración que viene desde septiembre del 2023, para quien la reducción en la recaudación del Impuesto Sobre la Renta solo es una evidencia de ello, señalaron varios economistas.
Los expertos consultados por Proceso Digital, comparten que los principales indicadores económicos no presentan mucha claridad y temen que la desaceleración experimentada en los últimos seis meses persista hasta fin de año.
Crecimiento Económico
Organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Mundial (BM), señalan que la economía global está mostrando signos de resistencia, aunque con ciertos riesgos persistentes. En el caso de Honduras, se espera que la economía crezca, aunque a un ritmo moderado, influenciado por factores internos y no lo suficiente para un desarrollo sostenido.
Específicamente según el BM, se proyecta que la desaceleración en el crecimiento del PIB continúe en el futuro cercano, registrando tasas del 3.4 por ciento en 2024 y el 3.3 por ciento en 2025, ya que un crecimiento más lento en Estados Unidos retrasa la recuperación de las exportaciones manufactureras y reducirá el ritmo de crecimiento del flujo de remesas.
La economista independiente y expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Liliana Castillo, en entrevista con Proceso Digital compartió su criterio sobre la actualidad y proyecciones de la economía hondureña. Recordó que el FMI proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) de Honduras crecerá entre un 3.5% y un 3.4%. Sin embargo, Castillo estima que el crecimiento real se situará entre el 3% y el 3.3%.
Un factor crucial es que gran parte de este crecimiento se atribuye a la intermediación financiera, sector que incluye bancos, fondos de pensiones y compañías de seguros. Pero para la especialista este sector, aunque significativo en términos económicos, no genera muchos empleos. Castillo enfatiza que se deben enfocar políticas para dinamizar sectores generadores de empleo como la agricultura, comercio, turismo y construcción.
Por su parte el gerente de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), Santiago Herrera, planteó que la economía hondureña muestra signos de desaceleración, con el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) registrando un crecimiento del 4% interanual en marzo, comparado con el 5% de seis meses atrás.
Para Herrera esto es motivo de preocupación, porque hay muchos factores que se deben atender para evitar que siga la desaceleración en los siguientes meses del año; aunque el Banco Central de Honduras (BCH), mantiene una proyección de crecimiento del PIB entre el 3.5% y el 4% para finales de año.
Factores negativos
Herrera destaca varios factores internos que han afectado negativamente la economía, mencionó las invasiones de tierras productivas y remarcó que unas 46,000 hectáreas de cultivos de exportación como palma, banano y ganadería han sido invadidas, afectando la producción y generando inseguridad en el sector agrícola.
También mencionó el Fenómeno del Niño, en lo que acentúo la falta de planificación ante fenómenos climáticos que ha agudizado la crisis energética en el país que ha provocado apagones, que en los primeros cuatro meses del año sumaron más de 31,000 megawatts no suministrados, con una pérdida económica de aproximadamente 1,050 millones de lempiras solo hasta abril.
Dentro de los factores negativos la economista Liliana Castillo, coincide en que la falta de planificación en diversos sectores y la falta de seguridad jurídica sigue afectando la economía, además de que temas como los subsidios, aunque a corto plazo benefician a ciertos sectores, estos deberían ser focalizados y por periodos de tiempo determinados, porque si no meten presión a las finanzas públicas, porque se vuelven insostenibles.
Inflación
En cuanto al Índice de Precios al Consumidor, la inflación mostró una tendencia a la baja al inicio del año, pero recientemente ha vuelto a subir, alcanzando el 4.94% interanual en mayo.
La inflación, aunque ha mostrado signos de control, sigue siendo alta en comparación con otros países de Centroamérica.
En ese sentido, las autoridades hondureñas deberán gestionar cuidadosamente sus políticas monetarias para mantener la estabilidad de precios. La política monetaria probablemente seguirá siendo restrictiva para controlar la inflación, lo que podría afectar el consumo y la inversión interna, advirtieron.
Los economistas remarcan que una muestra de la desaceleración también es notable en el incumplimiento de la meta de la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR), reportada por el SAR , en más de mil millones de lempiras, un indicativo de que la situación no marcha bien y hay una falta de dinamismo. “Me sorprende que no entiendan que el desfase es simplemente el efecto rezago de la desaceleración económica que inició en septiembre 2023”, expuso el economista Roberto Lagos.
Sector externo y remesas
Las remesas continúan siendo un pilar importante para la economía hondureña, proporcionando una fuente vital de ingresos para muchas familias. Sin embargo, la dependencia de estas remesas también resalta la vulnerabilidad del país a las fluctuaciones económicas globales, particularmente en los Estados Unidos, de donde proviene la mayoría de estos fondos exponen los especialistas que también alertan de la desaceleración de este renglón que significa el 27 % del PIB.
Las remesas, aunque siguen siendo un motor importante, muestran signos de desaceleración. Mientras que el año pasado crecieron un 7% interanualmente, este año solo lo hacen al 4%. Este menor crecimiento afecta el circulante en la economía, expuso Castillo.
“Las remesas, que representan el 27% del PIB, se han desacelerado”, coincidió Santiago Herrera, al tiempo que apuntó que un 40% de las familias que reciben este ingreso dependen exclusivamente de estos recursos para sobrevivir, por lo que consideró que se necesita implementar políticas que fomenten la inversión y la creación de empleo para reducir la dependencia de las remesas y fomentar el emprendimiento local.
También se enfatiza en que las exportaciones han disminuido en más del 6%, lo que reduce aún más las expectativas de crecimiento del PIB.
Las exportaciones han disminuido debido a variaciones en los precios del mercado internacional, impactando las reservas internacionales netas. Actualmente, estas reservas equivalen a 4.5 meses de importación, por debajo de la meta de 5 meses establecida por el FMI, lo que podría impedir el acceso a recursos adicionales del FMI, advirtió Castillo.
El ambiente de inversión en Honduras también presenta serios retos, pero también hay algunas oportunidades.
Castillo subraya la necesidad de potenciar la producción nacional para generar empleos y reducir la fuga de divisas. Advierte contra la importación excesiva de artículos de lujo y llama a una ejecución más eficiente del presupuesto, que actualmente muestra un comportamiento bajo, con solo un 30% ejecutado a mayo.
En los mismos términos se expresó el economista y expresidenciable del Partido Unificación Democrática (UD), Alfonso Díaz Narváez, quien anotó que el crecimiento de la producción en el país es fundamental para mejorar la calidad de vida y generar empleo. La inversión pública juega un papel importante para dinamizar la economía».
Sin ambiente para inversión
La inseguridad, tanto en términos de seguridad ciudadana como jurídica, sigue siendo un obstáculo importante y temas como la extorsión y la falta de un entorno legal confiable desincentivan la inversión, coincidieron los estudiosos.
Asimismo, de parte del Cohep se anotó que la falta de infraestructura y mano de obra calificada son barreras adicionales para atraer inversión extranjera. En 2023, Honduras recibió 1,070 millones de dólares en inversión extranjera directa, pero la mayoría de esta fue reinversión de empresas ya establecidas, sin repatriación de dividendos debido a la falta de dólares.
Las campañas prematuras tampoco contribuyen a un ambiente propicio para mejorar la economía y, por el contrario, estas ponen en evidencia que los gobiernos trabajan máximos dos años y al tercero cambian su agenda administrativa por la electoral.
Díaz Narváez criticó la tendencia de los gobiernos de concentrarse en objetivos políticos a partir del tercer año de mandato, descuidando la mejora de la calidad de vida de los hondureños. «Es común ver que los gobiernos, en sus primeros dos años, intentan implementar algunas políticas, pero a partir del tercer año ya están en modo electoral, descuidando los temas administrativos y de desarrollo», señaló.
Cuestionó el origen de los recursos utilizados en campañas políticas prematuras, especialmente cuando son lanzadas por personas que ya están en el gobierno.
Santiago Herrera, concluyó que, para superar estos desafíos, es crucial que los políticos se enfoquen en crear un clima propicio para la inversión, mejorar la seguridad ciudadana y jurídica, y desarrollar infraestructura esencial. “Es imperativo que la clase política priorice estos temas económicos sobre los intereses electorales, para que Honduras pueda enfrentar las condiciones adversas actuales y construir un futuro con mayor esperanza y estabilidad económica”.
El análisis de los especialistas y los datos de distintos estudios y organismos reflejan una economía con desafíos significativos, pero también con áreas de oportunidad, especialmente si se adoptan políticas adecuadas para fomentar sectores productivos y manejar de manera más eficiente las finanzas públicas. LB