Santiago de Chile – El Sudamericano sub’20 finalizó el domingo en Chile con el primer título de campeón para Ecuador y la decepcionante participación de Venezuela, colista del hexagonal final.
El torneo fue poco generoso con los ojeadores de todo el mundo que llegaron a Chile para descubrir a los nuevos talentos del fútbol latinoamericano. Más allá de algunos nombres que dieron la talla, el nivel fue bajo.
Especialmente llamativo fue el pésimo rendimiento del brasileño Rodrygo, atado por el Real Madrid. Anotó un doblete al inicio del torneo pero luego desapareció y fue incapaz de liderar a una Canarinha que se quedó fuera del Mundial que se jugará a mitad de año en Polonia.
Ecuador, entrenada por el argentino Jorge Célico, fue la selección más regular en un Sudamericano que no tuvo un dominador absoluto.
En la primera fase dio muestras de que su candidatura iba en serio, al liderar el grupo A por delante de Argentina y Uruguay con un imponente saldo goleador.
Y en el hexagonal final culminó la gesta aunque hubo que esperar hasta el último partido del torneo. El triunfo ante Venezuela (0-3) desató la euforia de la Tri.
Paradójicamente, las dos únicas derrotas ecuatorianas a lo largo del campeonato fueron ante el mismo rival: Uruguay. Los charrúas se le atragantaron primero en la fase de grupos y luego en la fase final, aunque no impidieron un triunfo histórico para el fútbol ecuatoriano.
Los cuatro cupos al Mundial de Polonia que había en juego en el Sudamericano de Chile son finalmente para Ecuador, Argentina, Uruguay y Colombia.
Brasil y Venezuela, en tanto, deberán verlo por televisión. Esto será especialmente doloroso para la Vinotinto, que en 2017 fue finalista del Mundial sub’20 de Corea del Sur.
El equipo de Rafael Dudamel, que también entrena a la selección absoluta, sufrió un descalabro en el tramo final del torneo que parecía altamente improbable unos días atrás.
Finalizó la fase de grupos en el primer lugar y comenzó con buen pie el hexagonal final, con un empate ante Uruguay (1-1) y una victoria frente a Brasil (2-0).
Entonces comenzó el hundimiento venezolano. El equipo se fue a negro y encadenó tres caídas consecutivas con un balance de ocho goles en contra y ninguno a favor.
Demasiadas concesiones en un campeonato tan ajustado y con tan poco margen para el error. Pese al descalabro final, Dudamel tiene una talentosa camada de jugadores que permiten mirar el futuro con optimismo.
En cuanto a los nombres propios del campeonato, sobresale el del ariete ecuatoriano Leonardo Campana, máximo artillero del Sudamericano con seis dianas.
Campana, del Barcelona de Ecuador, dejó pinceladas de talento y este domingo marcó uno de los mejores goles del torneo. Controló un centro y, desde el suelo y de espaldas al arco, remató de un modo acrobático para anotar el segundo gol de su selección frente a Venezuela.
El delantero uruguayo Nicolás Schiappacasse, del Atlético de Madrid, marcó cuatro goles y fue el mejor jugador de su equipo, que no pudo reeditar el título obtenido en el Sudamericano sub’20 de 2017.
En la selección argentina destacó el corpulento delantero Adolfo Gaich, que se dio a conocer con el ‘hat trick’ que le marcó a Venezuela en el hexagonal final.
También tuvo buenas actuaciones y detalles de calidad Pedro de la Vega, una perla de la cantera albiceleste que actualmente juega en el Lanús.
Los mejores de Venezuela fueron Samuel Sosa y Jan Carlos Hurtado, y en Brasil, con Vinicius ausente y Rodrygo bajo mínimos, apareció Lincoln para sostener a su equipo en algunos momentos delicados.
Además del título del Sudamericano y la clasificación para el Mundial, el torneo disputado en Chile ofrecía tres cupos para los Juegos Panamericanos que se disputarán en Lima entre julio y agosto y que, además de Perú como anfitrión, tendrá como participantes a Ecuador, Argentina y Uruguay.