Tegucigalpa – Un reciente informe sobre inseguridades y violencia en la educación hondureña revela datos que representan serios desafíos para la educación y los maestros, donde cuatro de cada 10 estudiantes se sienten inseguros en las escuelas, la presencia de maras y pandillas se ha extendido a zonas rurales, el acoso escolar ha tomado rasgos preocupantes y el ingreso de armas de fuego o armas blancas es muy marcado en determinados departamentos del país.
El espacio social donde los menores y las nuevas generaciones de hondureños deben formarse para ser ciudadanos responsables, se está volviendo un sitio inseguro que concita entre los estudiantes temores, amenazas, robo, abuso y diversas formas de violencia que llaman la atención del sistema educativo y de los maestros, plantea un informe sobre violencia en los centros educativo del Observatorio Universitario de la Educación Nacional e Internacional de la estatal Universidad Pedagógica «Francisco Morazán».
El maestro fue asesinado cuando impartía clases en la escuela Ángel J. Hernández.
El informe es producto de una muestra aleatoria de 94,810 estudiantes de cuarto, sexto y octavo grado de nivel básico, y de 2,390 directores de centros educativos de los 298 municipios del país, en el marco de una investigación de USAID sobre «Factores Asociados al Rendimiento Académico» a cargo de los especialistas Ned Van Steenwyk y German Moncada Godoy.
La inseguridad y violencia que persiste en el país se ha trasladado también a los espacios de los centros escolares, donde los directores de las escuelas consultadas describieron un panorama preocupante respecto a situaciones tales como ingreso de armas de fuego, ingreso de armas blancas, docentes amenazados por sus estudiantes o familiares, agresiones de estudiantes a docentes, entre otros.