San Diego (EE.UU.).– Veinticinco inmigrantes, incluyendo dos adolescentes, fueron detenidos el lunes durante un intento masivo de cruce ilegal en la frontera entre Tijuana (México) y San Diego (California), informaron hoy autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) estadounidense.
Poco antes de la medianoche, integrantes de un grupo de 150 personas escalaron la barda que divide ambos países, pero, ante la presencia de agentes fronterizos estadounidenses, cerca de un tercio de ellos regresó hacia suelo mexicano.
Pero de las personas que ingresaron a Estados Unidos 25 fueron detenidas, dijo CBP en un comunicado.
Tras regresar a suelo mexicano, algunos de los que permanecieron en el sitio arrojaron piedras contra los oficiales que custodiaban la zona, señaló la agencia estadounidense.
En medio del altercado, agentes detectaron que algunas personas intentaron cruzar niños por encima de la barda que recientemente fue reforzada con alambrado de púas, por lo que los menores corrían riesgo de lastimarse.
Los agentes no pudieron asistir a los niños de forma segura, dado la «gran cantidad de piedras que eran arrojadas» hacia los uniformados, precisaron autoridades.
En respuesta a la agresión en contra de oficiales que «puso en riesgo la seguridad de inmigrantes que se encontraban ya del lado estadounidense», y en su intento por disuadir a la multitud se procedió al uso de gas lacrimógeno, humo y gas pimienta, justificaron autoridades.
CBP argumentó que no se desplegaron estas medidas de forma directa contra los inmigrantes que intentaron cruzar de forma ilegal hacia Estados Unidos, sino a las personas que arrojaban las piedras desde el lado mexicano, y que debido al uso del gas huyeron del lugar.
«Ningún agente observó a ninguno de los inmigrantes en la línea divisoria, incluyendo a los niños, experimentando algún efecto derivado de los químicos, que eran dirigidos hacia quienes arrojaban piedras a distancia», señalaron autoridades.
CBP señaló que su Oficina de Responsabilidad Profesional investigará lo sucedido después de que los agentes tuvieran que usar la fuerza contra los inmigrantes
Según fuentes de derechos humanos en México, guardias fronterizos de Estados Unidos lanzaron al menos dos granadas con gases lacrimógenos para repeler la intentona de cruce durante la noche del último día de 2018.
Según su informe, los migrantes se concentraron a un lado del muro divisorio en Playas de Tijuana y en el cañón de los laureles, en la frontera de México con Estados Unidos.
En estos dos lugares, había varias unidades de la Patrulla Fronteriza y fue en Playas de Tijuana donde los agentes estadounidenses lanzaron el gas lacrimógeno del lado mexicano.
Esta es la segunda vez en los últimos meses que agentes federales recurren al uso de gas lacrimógeno para dispersar a inmigrantes que intentan cruzar por la fuerza hacia Estados Unidos.
En noviembre pasado, se recurrió a esta práctica cuando integrantes de la caravana de centroamericanos hicieron lo propio cerca de la garita internacional de San Ysidro.
En aquel entonces, funcionarios justificaron esta medida ya que consideraban, era necesaria para prevenir que el incidente se tornara violento.