El centro de detención de Inmigración en Krome, en el condado de Miami Dade (Florida), aloja a los inmigrantes indocumentados que llegan al país hasta que se decide su futuro. EFE/John Riley/Archivo Miami, 16 ago (EFE News).- La Oficina del Defensor Público de San Francisco señaló que el aumento de casos de COVID-19 en el centro de detención de Mesa Verde, en Bakersfield (California), es ya una "crisis" y criticó la gestión de ICE para contener el avance del virus. "La situación para aquellos en Mesa Verde es terrible", dijo en un comunicado difundido el sábado Emi MacLean, defensor público adjunto de la citada oficina en San Francisco. MacLean agregó que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) "claramente no está dispuesto o no puede hacer lo que se debe hacer para proteger a personas bajo su custodia de la amenaza de una pandemia mortal". De acuerdo a la contabilidad que difunde ICE en su página web, en ese centro se registran actualmente 13 positivos. No obstante, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) señala que hasta este sábado hay 54 casos de coronavirus entre un total de 104 detenidos. Ante esa situación, la tarde del viernes el magistrado federal Vince Chhabria emitió una orden de emergencia para que ICE haga pruebas "inmediatamente" a todos los indocumentados en Mesa Verde así como a todos los empleados, más de 150, y que la tarea no se detenga hasta que esté completa. El juez señaló que en este centro de detención el "brote podría haberse evitado", y si ello no ha ocurrido ha sido por la "indiferencia deliberada" de ICE y de la empresa privada GEO Group, que administra la instalación. Documentos ingresados en la corte, con motivo de una demanda colectiva contra ICE entablada en abril por ACLU y la Oficina del Defensor Público de San Francisco, entre otros, revelan que a este centro de detención fueron enviadas pruebas rápida de coronavirus "pero ICE se negó a usarlas en los detenidos". "Cuando finalmente hizo las pruebas, en cambio utilizó una que tardó días en mostrar los resultados. Esto creó una situación muy peligrosa con personas que son positivas mezcladas con la población en general", detalló ACLU en un comunicado. "Si ICE y GEO no pueden garantizar la seguridad básica de las personas bajo su custodia, mediante pruebas periódicas y atención médica adecuada, debemos considerar si se les debe permitir detener a alguien", dijo Sean Riordan, abogado principal de ACLU en California.

Miami – El Gobierno estadounidense confirmó en una nota enviada a la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) las condiciones de «abuso persistente» por parte del personal penitenciario que se detectaron durante una investigación en el polémico Centro de Detención del condado de Baker (BCDC), en el extremo noroeste de Florida.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) confirmó «patrones constantes de abuso verbal, discriminación racial, represalias y acoso» a los detenidos por parte del personal de las instalaciones penitenciarias, señaló este lunes la ACLU de Florida en un comunicado.

Según esta organización que vela por las libertades y derechos individuales, la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles (CRCL) del DHS reconoce que a lo largo de sus investigaciones ha encontrado hallazgos preocupantes respecto de «la salud y el bienestar de las personas detenidas» en Baker.

La CRCL indicó en un informe de octubre de 2022 que «las nuevas acusaciones» mostraban patrones consistentes identificadas anteriormente: abuso verbal y emocional por parte del personal de la instalación», además de «discriminación racial, importantes problemas de acceso al idioma y barreras continuas para acceso legal».

Y recomendaba que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EE.UU. que «tomase una serie de acciones inmediatas» para solucionar los problemas arriba citados.

Las quejas sobre supuesto maltrato y abuso de los internos en este centro de detención se han ido acumulando en los últimos años, hasta el punto que en noviembre de 2023 un grupo de inmigrantes indocumentados inició una huelga de hambre.

La ACLU de Florida había presentado en 2023 una solicitud al DHS para obtener información sobre los resultados de sus investigaciones del centro de detención citado, aunque esta organización era consciente «desde hace mucho tiempo de que las personas sufrían allí (en Baker) una amplia gama de abusos».

De hecho, el grupo de inmigrantes que se declaró en huelga de hambre en 2023 lo hizo por «las amenazas de confinamiento solitario» y la escasa alimentación que reciben, con comidas que consisten solo en «una cucharada de carne, frijoles y zanahorias».

La ACLU de Florida había remitido ese mismo mes una carta al ICE en la que solicitaba a esta agencia federal que llevara a cabo una investigación y tomase medidas correctivas.

Además, cuando algunos inmigrantes reclamaron una cantidad suficiente de alimentos y amenazaron con iniciar una huelga de hambre, de no cambiar la situación en el comedor, «los funcionarios de Baker supuestamente tomaron represalias amenazando con el confinamiento solitario».

«Durante años, la ACLU de Florida ha estado investigando las atroces violaciones de derechos humanos que el personal de Baker está cometiendo repetidamente contra las personas bajo su cuidado», dijo en el comunicado Amy Godshall, del equipo legal de la ACLU de Florida.

«Personalmente, he pasado innumerables horas hablando con personas detenidas por ICE y actualmente en Baker sobre las condiciones de su confinamiento, y se puede escuchar la desesperación en sus voces», resaltó Godshall.

Las investigaciones del CRCL describe, según la ACLU, «las condiciones y la forma» en que los guardias tratan a los reclusos, «como una guerra psicológica destinada a lograr que se autodeporten».

«La detención de ICE es una detención civil que no se supone que sea punitiva», pero en realidad, en Baker, sí lo es, afirmó la ACLU, y añadió que, si bien aprecian «la atención del CRCL a este asunto», el ICE debe «dejar de tolerar estos abusos atroces y continuos».