La Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. (USTR, por sus siglas en inglés) actualizó su "lista de países designados 'en desarrollo' o 'menos desarrollados' bajo las leyes estadounidenses de medidas compensatorias" el pasado 10 de febrero. EFE/Archivo

Nueva York – EE.UU. dejó de considerar «países en desarrollo» a más de una veintena de naciones incluidas desde hace 20 años en una lista que ahora tacha de «obsoleta» y que le facilitará investigar y penalizar importaciones «injustamente» subvencionadas.

Entre los países que el Gobierno de Estados Unidos ha sacado de su lista están cuatro latinoamericanos -Brasil, Argentina, Colombia y Costa Rica-, además de China e India, un cambio que consideraba «necesario».

La Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. (USTR, por sus siglas en inglés) actualizó su «lista de países designados ‘en desarrollo’ o ‘menos desarrollados’ bajo las leyes estadounidenses de medidas compensatorias» el pasado 10 de febrero.

«La actualización se limita a dos aspectos de la Ley de medidas compensatorias de EE.UU.: los umbrales ‘de minimis’ y de ‘insignificancia’ en las investigaciones», especificó a Efe un portavoz de la USTR, que explica esos dos conceptos y aclara que las designaciones «no tienen efecto sobre cómo se clasifica» a los países en otras leyes.

Bajo un acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre subsidios, los Gobiernos están obligados a cerrar investigaciones sobre importaciones cuando la subvención compensatoria que las naciones extranjeras pagan es «de minimis», es decir, un 1 % del valor total, pero aquellas sin estatus de «país desarrollado» tienen un trato especial y su umbral se amplía al 2 %.

Ese mismo acuerdo indica que las autoridades deben cerrar una investigación «si el volumen de las importaciones subvencionadas es insignificante», es decir, «menor al 3 % de las importaciones totales de un producto en EE.UU.», pero si la nación extranjera no se considera desarrollada, esa cifra se amplía al 4 %.

El portavoz de la USTR afirmó que la actualización de la lista de países desarrollados «estaba pendiente y era necesaria bajo las leyes de EE.UU.» porque desde 1998 se han unido 32 nuevos países a la OMC «y ha habido cambios relevantes, como ingresos en la Unión Europea y cambios en el PIB per cápita» de los miembros.

EE.UU. MIRA A CHINA

La OMC da derecho a sus miembros a autodesignarse como países en desarrollo o desarrollados, una práctica que el año pasado EE.UU. pidió terminar diciendo que ha «dañado gravemente el sistema de comercio multilateral», ya que «los que asumen el mayor coste son los países menos desarrollados y otros miembros relativamente pobres».

Así lo indicó EE.UU. en una propuesta al Consejo General de la OMC, en la que escribió que con el paso de los años se ha producido una importante diferenciación entre los países autodeclarados «en desarrollo»: «Todo el mundo conoce la historia de China: un crecimiento explosivo en las exportaciones hasta convertirse en el mayor exportador mundial desde 2008».

«No se equivoquen, nuestra preocupación no es solo por un miembro. Hay muchas economías muy avanzadas que quieren mantener la flexibilidad que da autodeclararse ‘en desarrollo’ en las negociaciones», explicó EE.UU., cuya propuesta de que los países no se acogieran a ese «tratamiento especial» no prosperó en la OMC porque requería de consenso.

EL CLUB DE LOS DESARROLLADOS

La Casa Blanca tiene en cuenta para denominar a un país «en desarrollo» su PIB per cápita, que debe ser inferior a los 12.375 dólares, pero ese factor no es suficiente si la nación tiene una relevancia considerable en el comercio mundial o pertenece a grupos que indican un «alto nivel de desarrollo económico», como la OCDE, la UE o el G20.

Asimismo, no tiene en cuenta «indicadores de desarrollo social como las tasas de mortalidad infantil, de analfabetismo adulto o de esperanza de vida tras el nacimiento» para cambiar las designaciones, en tanto que sí se ha fijado en «si un país se considera a sí mismo desarrollado» ante la OMC, según explica en el Registro Federal de esta organización.

Al sacar de esa lista a una veintena de naciones, EE.UU. puede investigar más fácilmente si estas están perjudicando su economía con importaciones que considera que están injustamente subvencionadas, un movimiento que concuerda con las persistentes críticas del presidente Donald Trump a las prácticas comerciales de China.

«Se ve a China como un país en desarrollo. Se ve a India como un país en desarrollo. A nosotros no se nos ve como un país en desarrollo. En lo que a mí me concierne, nosotros también somos un país en desarrollo», dijo Trump en el último Foro de Davos, en Suiza, ante líderes de todo el mundo.

LOS CUATRO DE LATINOAMÉRICA

Los países que EE.UU. ha mantenido en la lista de naciones «menos desarrolladas», un total de 44 incluyendo a Honduras y Nicaragua, y «en desarrollo», 36 de los que una cuarta parte son latinoamericanos, están protegidos de penalización si sus subvenciones no superan el umbral del 2 % de la importación y su volumen es «insignificante» respecto al total del producto, por debajo del 4 %.

Entre las naciones que EE.UU. ha retirado de esas listas hay cuatro situadas en Latinoamérica, todas con un PIB per cápita menor a los 12.375 dólares, pero todas pertenecientes a grandes grupos económicos: Brasil y Argentina están en el G20, y Colombia y Costa Rica en la OCDE.

Además, Brasil representa más de un 0,5 % del comercio mundial, señala la Administración Trump.