La representante del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA)en Honduras, Cecilia Maurente, fue registrada este miércoles, durante el lanzamiento del informe "Estado de población mundial 2019", en Tegucigalpa (Honduras). EFE

Tegucigalpa – Garantizar el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad es un «asunto pendiente» en Honduras, donde uno de cada cuatro partos es de una menor de 19 años, alertó este miércoles el Fondo de la Población de las Naciones Unidas (FPNU).

La representante del FPNU en Honduras, Cecilia Maurente, detalló en un encuentro con periodistas las principales conclusiones del informe Estado de Población Mundial 2019 centrado en la defensa de los derechos y la libertad de decidir de todas las personas.

Pese a los «grandes avances» de los últimos 50 años, Maurente dijo a Efe que «hay asuntos pendientes» vinculados a «lograr el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad».

Según el informe del FPNU, el uso de anticonceptivos modernos entre las hondureñas de entre 15 y 49 años ha aumentado, del 39 % en 1994 al 65 % en 2019.

Sin embargo, el 11 % de las mujeres en Honduras tiene necesidades insatisfechas de planificación familiar y de métodos anticonceptivos modernos, cifra que se eleva al 18 % entre las jóvenes de entre 15 y 19 años.

Las razones de esta situación son, según Maurente, la falta de acceso universal a educación sexual y reproductiva; limitados servicios de salud con atención especializada, especialmente entre los jóvenes o los segmentos más pobres de la población; la pobreza y, finalmente, la exclusión social.

Lamentó que en Honduras todavía hay sectores de la población, como los adolescentes, que enfrentan «barreras para acceder a la educación integral de la sexualidad», a pesar de que la Secretaría de Educación cuenta con un programa específico dirigido a docentes y padres de familia.

El reporte señala que la educación sexual «no adelanta la actividad sexual, pero sí propicia comportamientos sexuales más seguros y puede retrasar la iniciación sexual».

El país tiene una tasa de 103 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años, y uno de cada cuatro partos es de una menor de 19 años, según el informe.

Las mujeres más pobres, con menos educación y que viven en el área rural, son las que tienen menor acceso a métodos anticonceptivos modernos y a servicios de salud sexual y reproductiva.

Eso se traduce, según el FPNU, en embarazos no planeados, un mayor riesgo de enfermedad o muerte a causa de complicaciones asociadas a la gestación o el parto, y afecta el desarrollo y las oportunidades de las mujeres.

«Estas mujeres difícilmente van a poder acceder (a métodos anticonceptivos) porque viven en una situación muy crítica y el acceso depende de su compañero de hogar o de los que ejercen violencia sobre ellas», enfatizó Maurente.

El FPNU apuesta por la promoción de la planificación familiar, entendiendo dentro de la misma que se debe garantizar el acceso a los métodos anticonceptivos para que las mujeres puedan decidir en materia reproductiva.

A su juicio, el país centroamericano ha «mejorado mucho» en el acceso de métodos para que la mujer decida cuándo y cuántos hijos quiere tener.

En Honduras, la tasa de fecundidad disminuyó de 4,7 hijos por mujer en 1994 a 2,4 hijos en la actualidad, mientras que la esperanza de vida al nacer se ha incrementado, de 68 años en 1994 a 74 en 2019, detalló el informe.

Maurente destacó la importancia de que el país cuente con «marcos legales» y «políticas adecuadas» que garanticen que «este tipo de servicios de educación y salud lleguen a las personas».

Además, agregó, es necesario que los marcos normativos y las políticas públicas tengan «una asignación adecuada de recursos», aunque resaltó los «esfuerzos significativos» del Gobierno hondureño en programas de salud sexual y reproductiva para los jóvenes.