El barco humanitario "Alan Kurdi". EFE/Cati Cladera/Archivo

Roma – El barco humanitario «Alan Kurdi», de la ONG alemana Sea Eye, ha rescatado la pasada noche a 32 personas que estaban en peligro en un bote en el Mediterráneo, informó hoy la ONG en su cuenta de twitter.

«Durante la noche, el Alan Kurdi fue alertado de que había una barcaza en peligro. 32 personas han sido rescatadas y ahora están seguras a bordo», escribió la ONG.

Entre los rescatados hay 10 niños y una mujer embarazada, añadió Sea Eye.

Por su parte, otro barco humanitario, el «Ocean Viking», operado por la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, ha regresado al Mediterráneo Central para seguir con sus operaciones de rescate después de haber desembarcado en Italia a 162 migrantes recogidos en varias operaiones.

Estas personas fueron desembarcadas en el puerto de Taranto (sur), el destino asignado por las autoridades italianas.

Ello después de que la Comisión Europea activara el procedimiento para la redistribución de las personas rescatadas y que Francia, Alemania y Portugal se mostraran disponibles para acogerlos.

El nuevo Gobierno italiano formado en agosto por el M5E, el Partido Democrático y otros partidos progresistas terminó con la política de puertos cerrados del anterior ejecutivo con la Liga de Matteo Salvini.

A pesar de ello, según los datos del Ministerio del Interior italiano, los desembarcos de migrantes en Italia se redujeron a la mitad en 2019.

Este año llegaron 11.439 migrantes, el 50,72% menos respecto de 2018, cuando desembarcaron 23.210.

Una reducción más significativa aun respecto de 2017, cuando llegaron 118.914 migrantes, el 90,38% más que en 2019.

El mayor número de ellos son de nacionalidad tunecina (2.654), seguidos de paquistaníes (1.180) y marfileños (1.135).

La drástica reducción de llegadas se debió especialmente al acuerdo alcanzado con Libia, por el que Italia contribuye con dinero y ayuda técnica para mejorar la eficacia de la guardia costera libia.