El alcalde de West Wendover, Daniel Corona, posa para Efe el 2 de diciembre en su despacho en la sede de la Municipalidad de West Wendover, Nevada. EFE/George Frey

Las Vegas (NV) – Daniel Corona tenía 25 años cuando en 2016 fue electo como el primer alcalde latino y abiertamente homosexual de West Wendover, ubicada en una de las zonas rurales más tradicionales y conservadoras de Nevada. La sorpresa para muchos fue enorme, pero más cuando le vieron hacer fila en un banco de comida tras perder su empleo en un casino local.

Corona acaba de tomar posesión para un segundo mandato como alcalde, pero además trabaja en una organización que maneja diferentes programas comunitarios y está a cargo del centro local para la tercera edad, pero hasta hace poco era desempleado.

El salario anual por ser alcalde apenas supera los 7.000 dólares, por lo que su principal fuente de ingresos provenía de su empleo en una sala de póker en un casino, y con la llegada de la pandemia él, como miles más, perdió su empleo.

UN ALCALDE PIDIENDO COMIDA

«Estuve sin trabajo desde marzo hasta septiembre y fue duro. Fui una de esas personas que empezó a recibir sus beneficios de desempleo hasta julio. Fue loco porque yo hablaba con gente de la comunidad y ellos buscaban ayuda y yo estaba pasando por lo mismo que ellos», recuerda Corona durante su conversación con Efe.

Durante la pandemia, Corona tuvo que acudir al banco de comida local para poder abastecerse.

Afortunadamente la suerte estuvo de su lado y pasó a trabajar directamente con la fundación sin ánimo de lucro que está a cargo del mismo banco, una oportunidad por la que dice estar muy agradecido.

De su lado estaba que es, sin duda, una de las personas más conocidas en esta localidad de poco más de 4.000 vecinos.

UN HITO

Su elección como alcalde hace cuatro años marcó una pauta, pues lo convirtió también en el burgomaestre más joven en la historia de la ciudad, y su reelección hace unas semanas, marca otro hito, pues quedó claro que pese a su inexperiencia, logró conquistar la confianza de su electorado.

Él asegura que la política en su ciudad siempre había sido controlada exclusivamente por ejecutivos de los cinco casinos que hay en la zona, pero la llegada de alguien sin apellidos tradicionales ni títulos de peso creó una dinámica diferente.

«Cuando yo le decía a la gente que estaba lanzándome al cargo de alcalde sin tener nexos con esos casinos, muchos se emocionaban ante la posibilidad de algo diferente, algo nuevo. Finalmente alguien con una perspectiva que no viene de la gerencia de los casinos, sino de alguien que vive en la comunidad, cuya familia ha vivido en la comunidad durante mucho tiempo», dice Corona en entrevista con Efe.

Sobre su homosexualidad, un tema que puede llegar a ser determinante en una zona predominantemente conservadora, Corona dice que no generó mucho revuelo.

Fue su juventud, dice, la que despertó más el escepticismo de algunos votantes. Aunque cuenta que algunos le aconsejaron no hablar sobre sus preferencias sexuales abiertamente, él asegura que prefirió ser honesto y se encontró con una realidad sorprendente.

«West Wendover es realmente única y a la mayoría no le importó. El hecho de que alguien sea homosexual es totalmente normal para la gente en la comunidad, no es como algo loco», asegura sobre esta ciudad nevandese fronteriza con Utah.

INICIATIVAS PARA MEJORAR LA ECONOMÍA LOCAL

Sin embargo, la situación de West Wendover, una ciudad con el 60 % de la población de origen hispano y donde el 75 % de todos sus habitantes son empleados de los casinos, no es fácil.

Su economía, como la de Las Vegas y otras ciudades de Nevada, depende enteramente de los casinos y sus servicios.

Con eso en mente, Corona facilitó como alcalde la apertura del primer dispensario de marihuana en todo el condado de Elko.

«Creo que con la legalización de la marihuana sucediendo alrededor del país, no hay razón para que Nevada, especialmente cuando se legalice federalmente, que Nevada no sea el principal exportador de marihuana en el país», dice Corona, quien afirma además que es tiempo para que el Estado de Plata empiece a diversificar su economía.

Mientras trabaja para poner en marcha un programa que lleve comidas a domicilio a la población anciana de su ciudad, el alcalde asegura que le encanta servir a su comunidad desde su posición, pero dice también que no está cerrado a cualquier sorpresa que la vida pueda darle poniéndole enfrente una oportunidad de seguir sirviendo a su gente desde otra plataforma.

Después de estar desempleado, tener que vivir de la caridad y volver a ponerse en pie, nunca se sabe.