Denver (CO) – La incidencia del autismo entre los niños hispanos y afroamericanos es similar e incluso supera al de esta condición entre niños blancos, aunque crece más rápido entre los menores latinos, revela este miércoles un nuevo estudio nacional.
El estudio, a cargo de científicos de la Universidad de Colorado (CU) en Boulder y publicado en el número más reciente de la revista especializada Journal of Autism and Developmental Disorders, indica que en la última década el aumento del autismo entre niños de minorías ha alcanzado los «doble dígitos».
A la vez, entre los niños blancos, el autismo volvió luego de haberse detenido a mediados de la década pasada.
En números concretos, entre los nacidos entre 2007 y 2013, el autismo entre niños hispanos de 3 a 5 años creció un 73 %, comparado con un 44 % de crecimiento entre niños afroamericanos y un 25 % entre niños blancos.
Debido a ese crecimiento, el índice de autismo entre niños hispanos ahora se equipara al de los blancos, modificando así la tendencia histórica.
«Estos resultados sugieren que factores adicionales, más allá de sólo un grupo alcanzando al otro, pueden estar involucrados (en la nueva situación)», expresó en declaraciones preparadas Cynthia Nevison, del Instituto de Investigaciones Árticas y Alpinas de CU-Boulder y autora principal del estudio.
Entre esos factores, el reporte enumera un mayor entendimiento entre los grupos minoritarios sobre el autismo, facilitando así su detección, pero también factores ambientales, edad de los padres, problemas inmunológicos de la madre durante la gestación, mutaciones genéticas y nacimientos prematuros.
«No hay dudas de que la prevalencia del autismo ha aumentado significativamente durante los últimos 10 a 20 años. Basado en lo que hemos visto, con datos más amplios y más recientes, el autismo seguirá aumentando entre todas las razas y grupos étnicos en los próximos años», aseveró Walter Zahorodny, coautor del estudio y profesor de pediatría en la Escuela de Medicina Rutgers, en Nueva Jersey.
En su estudio, Nevison y Zahorodny afirman que es necesario realizar nuevas investigaciones para identificar los factores ambientales que llevan al autismo, pero, dijo la primera, los niños de minorías parecen ser «más vulnerables» a esos factores.