Roma.- El buque Geo Barents, de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), rescató hoy a más de 330 migrantes que trataban de cruzar en condiciones precarias el Mediterráneo central, al tiempo que más de 2.500 personas continúan hacinadas en la isla italiana de Lampedusa (sur) esperando ser trasladados.
El navío humanitario completó hasta ocho operaciones de salvamento en la jornada de hoy y se encuentra en contacto con las autoridades italianas para realizar operaciones de rescate, indicó la organización en un comunicado.
Por su parte, Lampedusa continúa sumida en el caos tras la llegada de más de 10.000 migrantes en apenas tres días, de los cuales aún permanecen 2.500 a la espera de ser trasladados a otros puertos en un centro de acogida con capacidad para 400.
En la jornada de hoy se han vivido momentos de tensión por las condiciones de hacinamiento y la larga espera contra las que han protestado algunas personas.
A Lampedusa, la isla más próxima a África, viajará mañana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tal como le pidió ayer por escrito la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Meloni escribió a última hora de ayer una carta a la presidenta de la Comisión, pidiéndole que visitase la isla «para comprender personalmente la gravedad de la situación».
Mientras tanto, los migrantes continúan sus travesías, algunas envueltas en tragedia como una mujer que dio a luz a su hijo mientras trataba de cruzar el Mediterráneo en la noche sobre una barcaza con otras cuarenta personas, pero cuando los guardacostas italianos llegaron al rescate se encontraron al recién nacido muerto y a su madre con necesidad de asistencia médica.
En las últimas horas las llegadas se han contenido y esta noche han llegado unas 120 personas a la isla por sus propios medios, donde la mayoría son identificados y posteriormente trasladados a otros puertos de Italia.
Aunque esos viajes no están exentos de peligro, pues el viernes un autobús que trasladaba migrantes llegados a Roma desde Lampedusa chocó con un camión y murieron dos conductores y 25 heridos.
Ante la emergencia, Meloni anunció ayer un paquete de medidas para disuadir a los migrantes que traten de llegar de forma irregular a Italia, entre ellas, la de ampliar hasta los 18 meses, el máximo que permite la ley, el periodo de internamiento en los centros de detención de las personas que esperan la repatriación.
Con las cifras en constante evolución, en lo que va de año han desembarcado en Italia 127.207 inmigrantes, casi el doble que los 66.237 del mismo periodo del 2022 y el triple que los de 2021 (42.750), según datos del ministerio italiano del Interior actualizados ayer. EFE