Tegucigalpa – Karina López, es una mujer joven, tiene poco más de 30 años. Ella se marchó de la noche a la mañana a los Estados Unidos siguiendo a su esposo, un ingeniero que se desempeñaba en una empresa de servicio, pero, con la mala fortuna que hasta allí llegaron criminales para chantajearlo   y quererlo obligar a trastocar bases de datos en favor de particulares y en detrimento de sus empleadores.

Al no prestarse a la maniobra, el joven profesional fue amenazado a muerte lo que le obligó a dejar su empleo; huyó del país hacia los Estados Unidos desde donde empezó a trabajar y a enviar modestos recursos a su esposa para la subsistencia de ella y su pequeña hija.

Pero los criminales, no se quedaron tranquilos y quisieron cobrar venganza dañando a Karina, quien al sentir que las amenazas eran graves al punto de vulnerar su casa de habitación, decidió huir bajo las sombras de la noche, con su hija en brazos, dejando todo abandonado y así seguir de su esposo para salvar sus vidas. Así quedó atrás su hogar en Comayagua, en la zona central del país.

Karina López, dijo en conversación con Proceso Digital, que nunca pensó tener que vivir fuera de su tierra en la que siempre anhelaba construir su vida y ver crecer a su familia. Ahora vive en La Florida y dice que lo más duro de la inmigración irregular es el miedo a que la deporten, que la detengan y le pidan documentos, ella piensa que eso la separaría de su hija y de su esposo. Eso, dice esta joven mujer, le genera una ansiedad que trata de contener y que la podría devolver a merced de sus victimarios.

Las multicrisis y la migración desde Honduras

En Honduras cientos de personas huyen de la violencia y de la extorsión. Las pandillas, las bandas cobradoras de los mal llamados “impuestos de guerra”, los “prestamistas” y sus técnicas y otros grupos más sofisticados del crimen, representan una amenaza potencial para las personas, especialmente las que viven en zonas vulnerables y aun para las que viven en zonas medias.

Hay otros tantos que se van por la falta de respuesta ante sus problemas de desempleo, inequidad y pobreza extrema. La corrupción y el crimen organizado son causales de origen en una sociedad con marcadas inequidades.

La vulnerabilidad ambiental, las afectaciones de los cíclicos fenómenos climáticos, es otra grave atenuante para que los hondureños dejen sus hogares para emprender el duro camino de informar en una ruta cargada de peligros.

Cada día más de 200 hondureños dejan el país de forma irregular, indican datos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

El hecho de ser un inmigrante irregular no será motivo suficiente para que los oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), deporten a una persona desde suelo estadounidense, dijo el secretario Alejandro Mayorkas.

Nuevas reglas

Para inmigrantes como Karina las noticias de una nueva normativa respecto a las deportaciones pueden representar una tranquilidad más duradera y es que las nuevas reglas que rigen a los agentes del ICE indican que los trabajadores agrícolas, personas de la tercera edad y otros vulnerables o aquellos que han quedado evidenciados por participar en protestas públicas o denunciar agresiones de sus patronos o caseros, no son objeto de interés para ser expulsados del país.

A diferencia de los que tienen récord criminal y que representan una amenaza para la seguridad del país y de las personas, ellos deberán ser detenidos y retornados a sus países de origen. Pero no quienes “simplemente” carecen de papeles, dijo el secretario de Seguridad Nacional de los EEUU,  Mayorkas en entrevista con  el The Washington Post.

La nueva normativa que regirá el actuar de los agentes del ICE entrará en vigor a partir del 29 de noviembre próximo.

Estas disposiciones reemplazan a las que se emanaron a inicios de este año y que fueron desactivadas por un juez federal en agosto, en el contexto de una demanda interpuesta por Texas y Luisiana.

En ese espacio, el juez se pronunció en el sentido de que el gobierno no tenía discrecionalidad para seleccionar a quienes detener o no, pero, un tribunal de alzada abrió la puerta para que las disposiciones fueran efectivas mientras la denuncia seguía su curso en las instancias de rigor.

Hasta hace poco más de un año, ICE actuaba deteniendo y deportando a cualquier persona que no presentará sus documentos regulares que le permitieran estar en los Estados Unidos.

En tanto, la nueva disposición representa un paliativo, pero los 11 millones de inmigrantes irregulares en los Estados Unidos, especialmente para los trabajadores esenciales durante la pandemia, los grupos vulnerables y los amparados en el DACA. Todo en momentos en que las propuestas de reforma siguen sufriendo traspiés. (PD)