Washington – El déficit comercial de Estados Unidos aumentó un 1,7 % en octubre y se situó en 55.500 millones de dólares, el mayor nivel para este mes en 10 años, pese al agresivo proteccionismo del presidente estadounidense, Donald Trump.
El dato estuvo lastrado por un aumento del 0,2 % en las importaciones, que alcanzaron los 266.500 millones de dólares, un nuevo récord; mientras que las exportaciones registraron un descenso del 0,1 %, y quedaron en 211.000 millones, informó hoy el Departamento de Comercio.
Los analistas, por su parte, habían pronosticado para octubre un déficit levemente inferior, de alrededor de 55.100 millones de dólares.
El saldo comercial internacional negativo acumulado en los primeros 10 meses de 2018 fue de 503.000 millones de dólares, un 11,4 % por encima de los 451.000 millones registrados en el mismo periodo de 2017.
El dato se produce justo días después de que Trump accediera a una pausa con China al aplazar una nueva ronda de alzas de aranceles a numerosos productos chinos, tras su reunión con el presidente Xi Jinping en el marco de la Cumbre del G20 de Argentina.
Trump ha hecho del déficit comercial uno de sus indicadores de referencia para valorar la evolución económica del país, al criticar de manera reiterada que este desequilibrio es reflejo el «injusto» trato que recibe EE.UU. de sus socios comerciales.
Sin embargo, históricamente, la economía estadounidense ha rebajado sus déficit solo en época de crisis, y tiende a engordar este desequilibrio en los tiempos de bonanza económica, como la actual.
La economía de EE.UU. creció a una tasa anualizada del 3,5 % en el tercer trimestre del año, según la segunda estimación oficial, y mantiene el rumbo para cerrar el año con un crecimiento del PIB del 3 %.
El saldo con China, a pesar de la guerra comercial iniciada por el Gobierno de Trump con la imposición de aranceles a las importaciones procedentes del país asiático, alcanzó en octubre un déficit histórico de 43.100 millones de dólares para los estadounidenses frente a los 40.200 millones de septiembre.
«China está enviando señales claras desde que volvieron a casa después de su largo viaje, con parada en Argentina incluida. No quiero sonar inocente ni nada, pero creo que el presidente Xi (Jinping) fue sincero en todo lo que dijo en nuestro largo, y esperemos que histórico encuentro», tuiteó esta semana.
Los mercados financiero abrieron con importantes pérdidas y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, se dejaba un 1,76 % por los temores a que la tregua comercial entre las dos potencias no cristalice en acuerdos, así como por el miedo a una desaceleración de la economía global.
El nerviosismo se ha extendido después de que varios funcionarios del Gobierno estadounidense rebajasen las expectativas del pacto con China.
«No tengo garantías, pero a mi juicio hemos ido más lejos, y el conjunto de elementos contenidos es mayor de lo que hemos visto antes», indicó Larry Kudlow, asesor económico principal de Trump, en una conferencia esta semana en Washington sobre el acuerdo.
El Gobierno chino se mostró confiado en que las conversaciones con EE.UU. lleguen a buen puerto, pero sin ofrecer especificaciones.
«Confiamos en el cumplimiento de los consensos (a los que se llegaron durante el encuentro)», afirmó este miércoles el Ministerio de Comercio chino en un breve comunicado publicado en su página web.
Según la cartera, los equipos económicos y comerciales de ambas partes van a trabajar «activamente» durante los próximos 90 días siguiendo el calendario y la hoja de ruta establecidas tras el encuentro de los dos presidentes.
«China empezará a implementar aspectos específicos sobre los que hay consenso tan pronto como sea posible», añadió el ministerio chino.