Quito – La escritora ecuatoriana María Fernanda Heredia presentó este sábado su nuevo libro «Voces de Caminantes», un conjunto de relatos que retratan el dolor de la migración venezolana que llegan a Ecuador en busca de una mejor vida.
El libro, de 102 páginas, fue presentado por la autora en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Quito 2019, y de la mano de Unicef y Santillana que patrocinan su texto.
El libro recopila nueve relatos de ficción inspirados en los testimonios de varios niños, niñas y jóvenes venezolanos que han dejado su país para migrar hacia Ecuador en busca de una mejor vida, precisa la reseña del texto.
«Este es el primer libro de una serie que queremos trabajar con la editorial Santillana, que es un socio fantástico, es un sector privado muy comprometido y nosotros queremos, a través de la literatura, poder contar historias que afecten a los niños», relató a Efe Joaquín González, representante de Unicef en Ecuador
Según él, este fenómeno es novedoso para los ecuatorianos, pues solo había conocido de la salida masiva de compatriotas durante la crisis de 1999, pero desconocía de la inmigración como fenómeno masivo de llegada de extranjeros.
Esta situación genera también otros efectos y alimenta algunos de los problemas estructurales que padece Ecuador, pues hay muchos niños venezolanos que se suman a la deserción electoral de los ecuatorianos, comentó González.
Muchas veces esa deserción colegial se da por desconocimiento de los padres venezolanos al momento de inscribir a sus hijos en las escuelas, pero también hay factores económicos y hasta el bullying (acoso escolar).
Por ello, remarcó el representante de Unicef, esta edición del libro de Heredia pretender «generar empatía en las aulas», en el marco de «un ambiente sin violencia y seguro» para los inmigrantes.
González destacó que el libro refleja las historias reales de «niños y niñas venezolanos» que narran cómo «han tenido que dejar a su país, han tenido que dejar a sus amigos atrás, el frío que han pasado en el páramo colombiano y cómo llegan a un país y la sensación de desarraigo y de sorpresa y de pena que tienen».
De su lado, la escritora no escondió su satisfacción por haber logrado transmitir la esencia de las vivencias de los jóvenes venezolanos.
Heredia, reconocida por novelas como «Cupido es un murciélago», «Hay palabras que los peces no entienden» o «Amigo se escribe con H», contó a Efe que este nuevo proyecto «fue todo un desafío (porque debía) entrar a estos testimonios con el mayor respeto para que no se perdiera la autenticidad de la voz de quienes habían decidido contar su historia».
Asimismo, dijo que uno de los objetivos de su obra es que los relatos «se conviertan en un texto literario capaz de llegar a los lectores y emocionarlos».
Con respecto a su trabajo junto a Unicef, la novelista menciona que «ha sido un enorme placer trabajar con ellos» debido a la confianza que la organización depositó en Heredia para que desarrollara los temas de migración, desarraigo y xenofobia «con las herramientas con las que se puede disponer desde la literatura».
Heredia dijo esperar que con este libro pueda llegar a las personas y que los lectores puedan «abrir sus brazos no sólo a los personajes de los que hablo allí, que son personas reales, si no a todos esos emigrantes con los que estamos compartiendo hoy nuestra vida, nuestro día a día. Ojalá este libro se convierta en una posibilidad para cambiar nuestra mirada», remarcó.
Según la Unicef, hay 88.320 niños, niñas y adolescentes venezolanos en edad escolar que viven dentro del Ecuador, de los cuales 34.000 se encuentran dentro del sistema educativo y 54.000 permanecen están fuera de la escuela.