Buenos Aires – Asir a la arcilla el «carácter» de cada personaje, «su espíritu», es el manifiesto del escultor Carlos Benavídez, un destacado artista argentino, cuyas manos han moldeado y dado inmortalidad a las figuras de, entre otros, Diego Maradona, Lionel Messi, Ernesto ‘Che’ Guevara, Ástor Piazzolla y Eva Perón.

«Figurativo y expresionista», el artista afirma: «La forma es el pretexto para poder contar el carácter del personaje. Captar su personalidad, sus inquietudes; ese es el material que yo tengo para después pasar a la arcilla y poder representarlo”.

Nacido hace 57 años en Córdoba (centro) y radicado en Buenos Aires, comenzó su carrera en las artes a los 38, momento que define como su «segundo nacimiento».

Hoy, dos décadas más tarde, es uno de los escultores con mayor obra expuesta en el espacio público del país suramericano y con muchos encargos privados, en el país y el exterior.

EMERGE EL ESCULTOR

Propietario de una empresa de cartelería publicitaria, la severa crisis económica y social que afectó a Argentina a finales de 2001 le obligó a buscar otras opciones: «Realmente no sabía cómo salir, sin darme cuenta de que estaba en mis manos, que estaba en mí», explica a EFE el artista.

En aquella etapa, Benavídez decidió retomar el dibujo, actividad para la que, explica, siempre tuvo una cualidad natural. Fue mediante esa impronta aplicada a la arcilla que descubrió y dio vida al escultor.

«Me di cuenta que hasta el último día de mi vida iba a estar con un pedazo de arcilla en mi mano, que fluía, podía jugar con ella y generar esto que se ha generado en todo este tiempo de trabajo», manifiesta.

Uno de los primeros concursos que Benavídez ganó fue para erigir una estatua de más de tres metros de la cantante Mercedes Sosa: «Luego empezaron a sucederse llamados y licitaciones», explica.

Eva Perón, Juan Domingo Perón, Raúl Alfonsín, Diego Maradona… «Me ha tocado hacer muchos personajes destacados de la cultura y del deporte», comenta.

Entre sus obras están el monumento a Ástor Piazzolla en Mar del Plata, ciudad natal del bandoneonista y compositor, y la estatua de Eva Perón en Los Toldos, localidad bonaerense donde nació la «abanderada de los humildes».

El artista es autor también del Paseo de la Gloria, una serie de esculturas en la Costanera Sur de la capital argentina, que homenajea a los máximos exponentes del deporte nacional.

Allí lucen en resina, entre otros, el baloncestista Emanuel Ginóbili, los tenistas Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini, el golfista Roberto De Vicenzo y el quíntuple campeón mundial de automovilismo, Juan Manuel Fangio.

También estaba el futbolista Lionel Messi, pero de su escultura actualmente solo queda una bota, tras ser vandalizada varias veces.

MARADONA

Aunque no conoció personalmente al ’10’, Benavídez es autor de muchas obras escultóricas que representan al futbolista.

En 2006, un amigo llevó de regalo al ‘Pelusa’ varias creaciones del artista, y la respuesta de Maradona no se hizo esperar: «Decile al escultor que me encanta lo que está haciendo y que todo lo que ‘Diego’ toca se convierte en oro», dijo.

Catorce años más tarde, en 2020, el artista plástico fue el encargado de concretar uno de los más imponentes monumentos en homenaje al ídolo, entonces recientemente fallecido.

Ubicada frente al estadio Madre de Ciudades, de la capital provincial de Santiago del Estero (norte), con cinco metros de altura y dos toneladas de peso, la estatua de bronce representa a un ‘Diego’ de pie, con sus brazos en jarra, desafiante, sacando pecho y con la pelota en la zurda.

«Ya no hacía falta contarlo a él en sus habilidades, eso ya estaba, ahora teníamos que contar esa personalidad, ese carácter», explica el escultor sobre la representación elegida. «Realmente se logró, pero fue un gran desafío», agrega.

El 3 de junio de 2021, antes del partido contra Chile por las eliminatorias mundialistas, la selección argentina inauguró la obra, situación en que Benavídez pudo compartir unos instantes con ‘La Pulga’.

«Cuando nos vamos alejando, él (Messi) se da vuelta y mira el monumento. Yo estaba a su lado y le digo: ‘Preparate, pichón, porque van a venir muchas de las tuyas’, se reía, nos saludamos y se fue».

Entre sus proyectos, Benavídez anhela poder contar mitos y leyendas de Argentina que surcan el territorio de norte a sur: «Tenés tantas historias para contar en cada una de las provincias, hay muchísimo material. Si contamos lo nuestro creo que va a ser algo único, inédito para el mundo», exclama.

«Empezar a jugar y hacer volar nuestra imaginación con todo ese mundo mágico que ha pasado en nuestra tierra. Ese sería un gran desafío para esta nueva etapa», concluye el escultor.