Doha – La edad, la crítica recurrente a una selección belga que llegaba a Qatar 2022 con menos expectativas que en Rusia 2018, pero que aun así ha sido una de las decepciones del torneo al caer a las primeras de cambio y que pone así, de forma cruel, el punto final a su generación de oro.
De un país de 11.59 millones de habitantes nació una potencia futbolística. Abrió sus puertas a hijos de inmigrantes tras el fracaso de la Eurocopa del 2000 que albergaron junto a Países Bajos, la Jupiler Pro League se convirtió en ‘cantera’ de la Premier League y Roberto Martínez lideró el proceso de transformación total que les ha llevado a la élite.
La famosa “generación de oro del fútbol belga” que ha acabado sin un título, quedándose cerca de pelearlo en una final en el Mundial de Rusia y en la pasada Liga de Naciones. Les faltó ese último paso, pero aún así firmaron los mejores resultados de la historia de su país.
Y esta terna de jugadores exitosos, que dio sus últimos coletazos, impropios de lo que representaron durante su carrera con la selección, en Catar, llegó a su fin tras empatar a cero frente a Croacia en un encuentro en el que Romelu Lukaku pudo cambiar la historia.
Vincent Kompany, el gran capitán, ya se retiró de la selección tras el histórico tercer puesto en Rusia, y le cedió el brazalete a un Eden Hazard al que, desde entonces, las lesiones no le han dejado ser el jugador que era.
Su bajón representa la caída general de una Bélgica que ha visto en Catar el fin de una era. Jan Vertonghen (35 años), Dries Mertens (35), Axel Witsel (33), Toby Alderweireld (33), Eden Hazard (31) y Kevin De Bruyne (31) apuntan a haber disputado su último Mundial con los ‘diablos rojos’ -quizá los dos últimos puedan llegar a la Eurocopa de Alemania 2024- tras haber liderado a la generación de oro.
Quien más posibilidades tiene es De Bruyne, quien sí mantiene un nivel de estrella Mundial con el Manchester City aunque su rendimiento con Bélgica ha bajado y sus declaraciones durante Qatar 2022 han dejado que desear.
Junto a él, y dependiendo de cómo queden las relaciones tras los problemas internos, aparecen Thibaut Courtois (30) y Romelu Lukaku (29), quien dejó el terreno de juego llorando por sus fallos, como los siguientes líderes de un país en el que todo apunta a que habrá nuevo inquilino en el banquillo tras el Mundial y cuya lista para el próximo gran torneo tendrá que renovarse casi por completo.