La señora María González, de 42 años de edad, recoge pan en el basurero municipal de la capital guatemalteca, el 12 de septiembre de 2019, día en el que se clausura la conferencia latinoamericana sobre el hambre y la miseria, en Ciudad de Guatemala (Guatemala). Latinoamérica pierde o desperdicia cada año 127 millones de toneladas de alimentos (223 kilos por habitante), mientras solo en EE.UU. la cifra ronda los 126 millones, un problema que ha escalado a la par del hambre creciente en el continente. EFE/Roberto Escobar

Washington – El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó este jueves de una crisis alimentaria global por las fuertes subidas de precios que han exacerbado la inseguridad alimenticia en gran parte del mundo y urgió a tomar medidas políticas para mitigar su impacto.

En un informe titulado «Enfrentándose a la crisis alimentaria global: impacto, respuesta política y el papel del FMI», el organismo financiero internacional citó la guerra en Ucrania, los impactos del cambio climático y la pandemia de covid-19 como principales factores que han contribuido al aumento de precios.

El FMI lamentó que varios países exportadores de alimentos hayan tomado medidas proteccionistas ante la escasez, lo que a su vez ha aumentado todavía más las presiones sobre los precios y la volatilidad del mercado.

El ente financiero aseguró que se trata de una crisis global con especial afectación en los países pobres, particularmente en las regiones del Sahel y el África subsahariana.

Además del sufrimiento humano, la crisis alimentaria tiene importantes costos económicos, indicó el informe, que se reflejan en las balanzas de pagos de los países, en sus presupuestos y recaudación fiscal y en los programas de nutrición.

Para aliviar la situación, el FMI propuso apoyar de forma adecuada a los hogares vulnerables a través de ayuda humanitaria internacional, mantener el comercio libre y abierto para permitir que la comida vaya allá donde es necesaria, aumentar la producción y mejorar la distribución de alimentos e invertir en agricultura que resista al cambio climático.