Washington – El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó este martes dos décimas sus perspectivas de crecimiento para Estados Unidos, hasta el 1,6 % en 2023, aunque alertó del peligro de que sigan produciéndose «perturbaciones» en los mercados financieros que podrían empeorar las perspectivas.
El organismo también subió una décima las perspectivas de crecimiento a la primera economía mundial para 2024, hasta el 1,1%.
El Fondo pronosticó además que la inflación se reducirá este año hasta el 4,5 % y que en 2024 bajará hasta rozar el 2 %, el objetivo de la Reserva Federal, y se situará en el 2,3 %.
El informe de perspectivas económicas, que actualiza los datos de enero, fue publicado en el marco de las reuniones de primavera que celebra la institución esta semana en Washington y aporta también estimaciones sobre el mercado laboral.
Así, el FMI advierte que el desempleo en Estados Unidos podría subir este año hasta el 3,8 %, frente al 3,6 % de 2022, y dispararse hasta el 4,9 % en 2024, año electoral.
Con el objetivo de enfriar la economía y bajar las tasas de inflación, la Reserva Federal estadounidense ha llevado a cabo desde marzo de 2022 una serie de subidas en los tipos de interés. Un total de nueve alzas hasta situarse en una horquilla de entre el 4,75 % y el 5 %, la tasa más alta en los últimos 16 años.
Estas subidas pretenden enfriar la primera economía del mundo para bajar los precios y según han advertido podrían acarrear un incremento en la histórica baja tasa de desempleo, una de las razones más mencionadas por el presidente Joe Biden para certificar la salud de la economía.
El crecimiento de Estados Unidos para los próximos dos años está por debajo de la media mundial del 2,8 % estimada por el FMI, en un contexto de fuerte desaceleración de las economías más desarrolladas (1,3 % en 2023), compensado por el crecimiento de las emergentes (3,9 %).
Mientras que en informes previos el FMI hacía hincapié en la importancia de la guerra de Rusia contra Ucrania para el futuro de las previsiones económicas globales, en esta ocasión se añade un nuevo ingrediente.
Así, la crisis bancaria, que arrancó en Estados Unidos con la caída hace unas semanas del Silicon Valley Bank y del Signature Bank y que se contagió a algunos bancos europeos, aparece como uno de los principales riesgos futuros.
«Esto está ensombreciendo nuestras perspectivas» y «nos preocupa que esto pueda resultar en una desaceleración más pronunciada y elevada si las condiciones financieras empeoraran significativamente», señaló el director de investigación del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, en una llamada con periodistas.
Así, afirma el FMI en el informe, «a pesar de las fuertes medidas políticas para apoyar al sector bancario y tranquilizar a los mercados, algunos inversores se han vuelto muy sensibles a cualquier noticia».
En su informe, el FMI dibuja un posible escenario de perspectivas a la baja, al que llama «escenario adverso plausible», en el que podrían producirse «más shocks derivados de tales fragilidades, con un impacto potencialmente significativo en la economía global».