Varias personas disfrutan en una terraza del barrio del Poble Sec, en Barcelona. EFE/Toni Albir

Madrid – El Gobierno español aprueba este martes las normas que cumplir tras el próximo fin del confinamiento para evitar posibles rebrotes del coronavirus, cuando la pandemia ya está dando sus últimos coletazos, pero aún no hay vacuna ni tratamiento.

Según los datos oficiales, en las últimas 24 horas no se notificó ninguna muerte por COVID-19, mientras que los contagios ascendieron a 48, frente a los 102 del día precedente.

En total, la pandemia ha causado 27.136 fallecimientos, 56 en la última semana, y se ha registrado 241.717 casos, confirmados con PCR, según los datos del Ministerio de Sanidad.

Con este escenario, el Ejecutivo regulará lo que ha dado en llamar “la nueva normalidad”, después de más de tres meses de duras restricciones a la movilidad y medidas de distanciamiento social, desde que el pasado 14 de marzo decretara el confinamiento mediante el estado de alarma.

Desde entonces, el Gobierno ha ido flexibilizando las restricciones a medida que la pandemia remitía en las distintas regiones españolas, sobre todo en el último mes, hasta que previsiblemente, el próximo 21 de junio concluya este proceso en las zonas más rezagadas en la desescalada, donde la pandemia fue más dura, como la Comunidad de Madrid y Cataluña.

Pero el decreto que aprobará hoy el Consejo de Ministros debe ser convalidado en los próximos días por el Congreso, donde los partidos que forman la coalición de gobierno -partido socialista y la formación Unidas Podemos- no tienen mayoría, por lo que necesitan negociar el apoyo de otros grupos.

De momento, ha negociado el «sí» de los nacionalistas vascos (PNV) y aspira a conseguir también el apoyo de los independentistas republicanos catalanes (ERC) y de los liberales de Ciudadanos.

Entre otras medidas, se apunta a que el decreto recogerá la obligatoriedad del uso de mascarillas en los transportes públicos y en espacios donde no sea posible garantizar una distancia física de entre metro y medio y dos metros.

Además, para evitar posibles focos y la difusión de la enfermedad, las autoridades sanitarias deberán contar con todos los datos y medios necesarios para hacer un seguimiento y una vigilancia epidemiológica, que deberán facilitar todos los centros públicos o privados que puedan identificar o diagnosticar posibles casos de COVID-19.

Asimismo, los servicios de salud tendrán que garantizar la asistencia a todo caso sospechoso de coronavirus, por lo deberán hacer los test pertinentes en cuanto se conozcan los primeros síntomas.