Tegucigalpa – El hondureño Santiago Ávila, director de la organización Jóvenes contra la Violencia, recibió este martes el Premio Nansen, la máxima distinción de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que reconoce así su compromiso en apoyar a personas forzadas a desplazarse.

Ávila recibió el galardón de manos del representante de la Acnur en Honduras, Andrés Celis, en un acto celebrado en Tegucigalpa, la capital de Honduras, al que asistieron entre otros, la coordinadora residente de las Naciones Unidas en el país, Alice Shackelford, y la familia del homenajeado.

Al recibir su galardón y ser ovacionado por los asistentes, Ávila, de 33 años, dijo a Efe que el premio representa «un reconocimiento a la ardua labor» que realizan todos los voluntarios de Jóvenes contra la Violencia, organización recientemente galardonada con el premio a la innovación de la Acnur.

Además, significa un «reconocimiento a todas estas vidas que han sido arrebatadas por la violencia y que en su momento fueron parte de un voluntariado de una acción positiva».

Ávila, quien hace 13 años tuvo que abandonar su hogar luego de que su hermano Mauricio, de 16 años, fue secuestrado, torturado y asesinado por una pandilla, destacó que el premio también supone un «reconocimiento a la juventud» de Honduras.

Agradeció el premio y afirmó que es «un gran incentivo para poder seguir mejorando cada día, renovando ideas, reinventándome todos los días para arrancar a los jóvenes de las garras de la violencia».

ESPACIOS DE PROTECCIÓN

«A corto plazo vamos a seguir trabajando en nuevas estrategias desde la comunidad y seguir identificando estos factores y riesgos de protección de niños, adolescentes, jóvenes y sus familias, para desarrollar nuevas estrategias que nos permitan generar espacios de protección», subrayó.

El Premio Nansen para los Refugiados de la Acnur es la máxima distinción para personas u organizaciones que ayudan a quienes que se ven obligados a desplazarse de manera forzada de sus hogares.

El galardón anual, otorgado por primera vez en 1954, toma su nombre del explorador noruego y pionero en la lucha por los derechos de los refugiados Fridtjof Nansen (1861-1930).

La organización que dirige Ávila ofrece a los jóvenes «opciones para escapar de la violencia que ejercen las pandillas en Honduras», señaló la Acnur, con sede en Ginebra, en una nota de prensa.

Al nacer en uno de los barrios más violentos de la capital hondureña, Ávila decidió «dedicar su vida al empoderamiento de la juventud para que pueda escapar del reclutamiento forzado de los grupos criminales», destacó la agencia.

Jóvenes contra la Violencia también apoya a familias en riesgo de desplazamiento forzado, por lo que su director aboga por leyes que protejan a los desplazados.

Al menos 247.000 personas se vieron obligadas a abandonar su casa en Honduras por la violencia en los últimos años, según cifras citadas por la misma institución.

La organización hondureña se hizo acreedora en 2019 al Fondo de Iniciativa Juvenil de la Acnur y, desde 2020 es socio de la Agencia de Naciones Unidas, con lo cual el grupo ha sido «punta de lanza» en programas para jóvenes en las escuelas y comunidades de Honduras.