EFE/ Luis Torres/Archivo

Miami – El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) deportó desde el pasado 2 de noviembre a más de 150 inmigrantes por su «deshonestidad» al incumplir su compromiso de salir voluntariamente de Estados Unidos, informó este jueves la agencia.

El director interino de ICE, Tony Pham, anunció el resultado de la denominada «Operación Promesa Rota», que tenía como objetivo a los extranjeros que prometieron abandonar voluntariamente el país antes que ser deportados, pero finalmente nunca lo hicieron.

Desde el 2 de noviembre, agentes del ICE arrestaron y deportaron a más de 150 personas, de las cuales aproximadamente el 86 % tenían condenas penales o cargos pendientes, indicó la agencia federal en un comunicado.

«Los arrestados en esta operación selectiva han roto su promesa al Gobierno de Estados Unidos y estamos haciendo cumplir las consecuencias de esa deshonestidad», dijo el alto funcionario.

Por lo general, el extranjero solicita la salida voluntaria y la concede un juez de inmigración.

Al inmigrante se le conceden entonces entre 60 y 120 días para organizar su propia salida, en lugar de enfrentar una deportación formal y las barreras para la readmisión que conlleva, 10 años sin poder intentar ingresar legalmente al país, por los 5 que corresponden cuando dejan el país voluntariamente.

Pero cuando no abandona el país tal y como se comprometió, el inmigrante queda sujeto a una orden de expulsión final y una deportación formal por parte del ICE.

Además de la barrera a la readmisión, un reingreso ilegal después de una deportación formal es un delito grave punible con hasta 20 años de prisión, destacó la agencia.

En un memorándum recogido en octubre pasado por la cadena CNN, se aseguraba que a lo largo de los años «miles de extranjeros han aceptado el beneficio de la salida voluntaria sin cumplir su promesa al Gobierno».

Estas redadas de noviembre se produjeron después de que el ICE centrara en octubre sus objetivos en ciudades «santuario» como Nueva York, Los Ángeles y la capital del país, donde detuvo a 178 inmigrantes.

Las ciudades, condados y estados considerados «santuarios» rechazan colaborar con las autoridades nacionales en la aplicación de las leyes de inmigración, que son de exclusiva competencia federal, y en concreto en los pedidos del ICE de mantener detenidos a inmigrantes sin el apoyo legal de una orden de un juez o un fiscal.