Atlanta (GA) – Agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) intentaron detener este jueves a Pauline Binam, la madre indocumentada que denunció haber sido esterilizada mientras estaba bajo la custodia de las autoridades federales en Georgia, y que fue liberada por razones humanitarias después de casi haber sido deportada, confirmó su abogada.
Van Huynh, de la organización Alianza Latina por los Derechos Humanos de Georgia (GLAHR), dijo que Binam estuvo a punto de ser detenida en la mañana del jueves cuando acudió a una cita con las autoridades de inmigración.
“El ICE dijo que iban a detenerla nuevamente, pero cambiaron de opinión y terminaron liberándola de la oficina de esa agencia en Baltimore Maryland)”, indicó Huynh a Efe.
Luego de permanecer casi tres años bajo custodia de ICE, Binam fue liberada por razones humanitarias el pasado 19 de septiembre, gracias a la intervención de congresistas, abogados, activistas y religiosos, que se movilizaron para evitar su deportación cuando ya se encontraba en el avión que la llevaría a su natal Camerún luego de que se hicieran públicas las denuncias de esterilizaciones en una prisión para indocumentados en Georgia.
“Estoy muy agradecida por la rapidez con la que las personas se movieron para asegurarse de que el ICE le permita quedarse con su familia. Ella siempre, siempre, siempre estará protegida por la comunidad”, manifestó este jueves la abogada de la inmigrante a través de su cuenta de Twitter.
La madre de 30 años quiere relatar su experiencia, para “asegurar que lo que le sucedió a ella” en el Centro de Detención del Condado de Irwin, en el sur de Georgia, “no le pase a ninguna otra mujer”.
De acuerdo con organizaciones defensoras de los derechos humanos y congresistas, Binam ha sido identificada como una de las mujeres que fueron sometidas a “intervenciones ginecológicas involuntarias” en esa cárcel del ICE, que ahora es objeto de una investigación por parte de líderes demócratas en el Congreso.
Según Huynh, la cirugía que le practicaron a su cliente ocurrió en agosto de 2019 cuando le iban a remover un quiste en los ovarios, un procedimiento que, según le dijeron, era relativamente sencillo. Pero en su lugar el médico le quitó una de las trompas de Falopio sin su consentimiento y le informó que probablemente no iba a poder quedar embarazada nunca más.
Tras ser liberada el mes pasado, Binam logró reunirse nuevamente con su hija de 11 años y su hermana, quien cuidó a la pequeña cuando estuvo detenida, y con quienes vive ahora cerca de Baltimore.
El escándalo en Irwin estalló el mes pasado después de que varias organizaciones de derechos humanos, entre ellas Project South y Government Accountability Project, presentaran una queja ante la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para denunciar una serie de prácticas peligrosas que ocurren en la prisión de Irwin.
La denuncia está basada, principalmente, en el testimonio de Dawn Wooten, una enfermera que trabajó en esa cárcel y que alertó sobre un “alto número” de mujeres presas que habían sido sometidas a histerectomías, una cirugía para extirpar el útero, y que muchas de ellas ni siquiera entendían el motivo de la operación.