Tegucigalpa – El Jubileo 2025 iniciará en Honduras, como en el resto de las Diócesis del mundo donde la Iglesia Católica tiene presencia, el próximo domingo 29 de diciembre, anunció monseñor Vicente Nácher Tatay, arzobispo de Tegucigalpa.

“Esta invitación al Jubileo está abierta a todas las personas de buena voluntad, no solamente a los que somos católicos bautizados, sino a todas las personas de buena voluntad que creen en Cristo como la puerta del cielo”, destacó Nácher Tatay.

-La Catedral Metropolitana y la Basílica de Suyapa son las iglesias de peregrinación en Tegucigalpa y cada Diócesis del país tendrá sus iglesias de peregrinación.

En Tegucigalpa se dará el paso al año jubilar la Catedral Metropolitana de San Miguel Arcángel, a las 8:00 de la mañana, por lo que se convoca a la feligresía a las 7:30 de la mañana en la Iglesia San Francisco.

Asimismo, por el carácter de Basílica Menor que tiene la Basílica Nuestra Señora Santa María de Suyapa, ese mismo día, a las 3:00 de la tarde, dando inicio la peregrinación a las 2:30 de la tarde en la capilla de San Judas.

Cada Diócesis del país tendrá sus iglesias de peregrinación. En el caso de la capital, serán estados dos: La Catedral y Suyapa, donde según el decreto leído por Monseñor Nácher, “los fieles podrán peregrinar personal o comunitariamente para acceder a los beneficios espirituales de esta convocatoria, por la que la iglesia difunde de manera generosa, la gracia y la misericordia de Dios durante todo el año”.

“El ser humano es mucho más, es más grande de lo que algunos nos quieren hacer creer y es allí donde se enciende la luz de Jesús para iluminarnos a todos”, monseñor Náchaer.

El guía de la iglesia en Honduras agregó que además de la Catedral y la Basílica, que serán lugares permanentes, de manera formal cada Decanato podrá solicitar un día jubilar, en que en su territorio podrán reunirse para hacer más accesible a los fieles la participación.

Las indulgencias

En el decreto, se recuerda además que para tener indulgencia los requisitos son, la confesión reciente, peregrinar a uno de los lugares jubilares, asistir a misa, rezar el credo, comulgar, orar por las intenciones del Santo Padre.

El vicario de Pastoral de la Arquidiócesis, el padre Juan Ángel López indicó que el tema de las indulgencias es algo delicado, pues al haber sido malinterpretado, ha generado división entre la familia cristiana.

“Hay una diferencia entre el delito y la pena. Si ustedes se roban una cámara, el delito es robar; la pena es que lo van a meter en una cárcel. Cuando uno se confiesa, según el sacramento de la reconciliación, entonces se le perdonan los delitos, los pecados, pero la pena, no, la penitencia hay que cumplirla”, explicó.

Con el año jubilar, según lo explicado por el padre Juan Ángel, “lo que se hace es que al mismo tiempo que se perdona el delito, se perdona el pecado con una práctica y con un compromiso firme de no volver a pecar, también se condonan las penas, de eso se trata”, afirmó.

Origen del año jubilar

El padre Juan Ángel recordó el origen del año jubilar, celebrado inicialmente cada 50 años, destacando que en Israel, era un deseo de fraternidad, “era la búsqueda del encuentro y del respeto de los unos por los otros, y que aquellas deudas, aquellos errores, incluso se liberaba a los que eran ciertos”.

Luego, a partir del año 1300 este Jubileo, con el papa Bonifacio VIII, se inauguró esta práctica jubilar con la idea de realizarlo cada mil años, con el cambio de siglo. Pero en 1472 se decidió que estos se realicen cada 25 años.