Beirut – La Dirección de Seguridad General del Líbano anunció hoy que 172.046 refugiados sirios han regresado a su país desde el diciembre de 2017, cifra que multiplica por 14 los cálculos que maneja el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El organismo, encargado de la gestión de las fronteras, indicó en un comunicado que va a continuar trabajando para asistir a los refugiados que deseen regresar a Siria de forma «voluntaria».
«Continuaremos trabajando para la repatriación voluntaria organizada en coordinación con las autoridades sirias, en especial para aquellos que hayan violado el régimen de residencia o hayan ingresado ilegalmente en territorio libanés», añadió el texto.
La portavoz de ACNUR en el Líbano, Lisa Abu Jaled, manifestó que la Dirección de Seguridad le ha comunicado al organismo de la ONU el regreso de tan solo 12.072 refugiados sirios a lo largo de 2018.
De ese número, 6.621 personas han regresado a Siria en los viajes organizados por las autoridades sirias y libanesas, y el resto lo han hecho por su propia cuenta, según las estadísticas que maneja ACNUR.
ACNUR no cuenta con estadísticas propias porque no tiene «presencia en la frontera», según subrayó la portavoz.
Desde finales de 2017, el Líbano organiza de forma esporádica caravanas de autobuses con cientos de refugiados que desean regresar a su país.
El Gobierno libanés calcula que hay aproximadamente un millón y medio de sirios en su territorio, pero solo 946.000 están registrados como refugiados por ACNUR.
El presidente libanés, Michel Aoun, ha defendido impulsar el regreso de los refugiados sin esperar a que se alcance una solución política al conflicto, debido a la carga económica que supone atender a los sirios.
El alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, que visitó el Líbano hace dos semanas, afirmó que todavía se han producido «pocos regresos» a Siria, a pesar de que «la mayoría» de los 5,5 millones de refugiados quiere volver.
Grandi puntualizó que los principales problemas que desalientan el regreso son la deficiencia de las infraestructuras y las viviendas, además de la falta de trabajos, la inseguridad y la falta de garantías de que los hombres no serán forzados a enrolarse en el Ejército. EFE