Tegucigalpa (Por Alejandro García) – Aunque es un negocio generalmente orientado para satisfacer a los niños, Melvin Ávila se ha convertido en un emprendedor que vende juguetes para satisfacer los gustos de coleccionistas, nostálgicos y nuevas generaciones.

– Parte de los juguetes más demandados son He-Man y Robotech para los adultos; mientras que PJ Mask y Paw Patrol para los niños.

– Melvin Ávila promociona sus productos a través de fotografías de sus productos mediante redes sociales.

“Shirkleim Toy Sport” es el negocio de Melvin Ávila y su familia, donde ofrece a la ciudadanía hondureña la venta de productos de juguetería como figuras, carros, peluches y máscaras de superhéroes en la transitada y ruidosa cuarta avenida de Comayagüela, ciudad gemela de Tegucigalpa, en las cercanías del Instituto Hibueras.

Todos los días, Melvin comparte su pasión por las variedades de juguetes y los ofrece a la población hondureña, sean coleccionistas o clientes casuales.

Pese a tener su negocio físico en la populosa Cuarta Avenida, Ávila ha sabido reinventarse para promocionarse a través de las redes sociales Facebook e Instagram y es en esa ventana digital que le permite lograr la mayor cantidad de ventas, que permite que el negocio continúe y sea rentable.

Melvin tiene todo tipo de juguetes, los que ofrece a su variada clientela.

Mediante estas redes, el singular emprendedor se ha dedicado junto a su familia a promocionar su negocio mediante un estilo particular de tomar fotografías a los juguetes, revelando que el 70 % de las ventas provienen por estas plataformas digitales.

En entrevista con Proceso Digital, este apasionado por los juguetes describió que las personas tienen un niño en su interior, por lo que es fácil llamar su atención y de cierta manera ejercer una especie de “embrujo” del que pocos se escapan.

Rodeado de centenares de figuras, barbies, peluches y otros artículos de entretenimiento para todas las edades, el entrevistado alardeó de la tradición que ha sabido mantener en momentos difíciles para la economía nacional.

Ávila afirmó que a través de las redes sociales ha podido enviar productos hacia España y Estados Unidos, “yo pensaba que ellos tenían facilidad de poderlos obtener allá, pero de repente, no lo encontraron, se dieron cuenta de nuestra página y lo solicitaron”.

Avila rodeado de centenares de personajes de los videojuegos y series animadas.

Reconoció que pese a que los juguetes que consigue son usados, su calidad y forma de mantenimiento son la mejor opción que ofrece a las personas que buscan precios cómodos, aseguró.

“Sabemos que nunca va a ser igual el precio de un juguete que está en caja en comparación con el que nosotros vendemos que es usado, pero la calidad y la manera que lo mantenemos es mejor para las personas que buscan algo cómodo”, enfatizó.

En este negocio encontrará todo tipo de juguetes desde programas clásicos para los adultos como los Thundercats, GI Joe, He-Man, hasta para la nueva generación como Paw Patrol, PJ Mask.

Incluso ofrece artículos de sagas y franquicias que son populares o han perdurado con el tiempo como los de Star Wars, Marvel, Disney, Transformers, Jurassic Park, Power Rangers y otros.

De igual manera, en su repertorio hay juguetes de series animadas de Japón como Robotech, Sonic, Naruto, Dragon Ball y otros.

Su negocio está ubicado en la Quinta Avenida de Comayagüela.

Historia del negocio

En el desarrollo de la plática, Melvin Ávila narró que inició el negocio hace 18 años, cuando tenía 27 años, tras la búsqueda de un empleo en la capital hondureña que no pudo conseguir.

Refirió que solicitó trabajar con su hermana que poseía un puesto frente a la Escuela Lempira en los mercados de Comayagüela y que le había gustado el ambiente de trabajo.

Seguidamente, a dos meses de estar trabajando le solicitó a su hermana poder independizarse, petición que ella accedió, e inició su camino en la Quinta Avenida de Comayagüela.

“Empecé a rondar en esta Quinta Avenida, cada día me ubicaba en un lugar diferente para poder vender porque no tenía un puesto estacionario como lo tenemos ahora”, narró.

Añadió que con el tiempo conoció propietarios de varios puestos, comenzó a ahorrar dinero para adquirir los tres locales y establecerlos frente a un banco en la Quinta Avenida.

Sin embargo, unos comerciantes compraron el local donde operaba el banco y los obligaron a colocar su puesto en otra parte de la calle. “Tenemos casi 10 años de trabajar a la orilla de la calle”, recordó el emprendedor.

Ávila destacó que con el tiempo su negocio ofrece cuatro líneas de juguetes: los interactivos, los de diversión, los de colección y educativos para que los niños que empiezan a dar sus primeros pasos a la lectura.

Proceso Digital llegó hasta el negocio de Melvin.

Coleccionistas, clientes de lujo

El catracho manifestó que los coleccionistas se han convertido a lo largo de los años en uno de los principales clientes que posee su negocio porque buscan artículos para conservación.

“Cuando nosotros miramos en aquellos tiempos de que la gente decía es que mi hijo colecciona, mi papá colecciona, mi abuelo colecciona, llegamos en un momento que nuestro propio eslogan es: “Divierte coleccionando”, puntualizó.

El emprendedor dijo que con el paso de los tiempos ha cambiado la percepción de la compra de un juguete señalando que pasó de un medio de diversión a un artículo de colección.

Indicó que actualmente los niños les manifiestan a sus padres que no posee cierto juguete, lo conseguí como colección y lo coloca en un stand o en su cama iniciando su época de coleccionismo.

Ejemplificó que los niños agarran un juguete de un camión grande en la que “se suben a ella, se divierten, la van a tirar, pero no la van a destrozar; pero hay otros juguetes que literalmente solo los utilizan para coleccionar”.

El micrófono de Proceso Digital en manos de uno de los personajes que vende nuestro entrevistado.

Nostálgicos

Reveló a Proceso Digital que otro tipo de clientes son las personas adultas que rondan entre los 45 a 50 años que empiezan a recordar su infancia y se interesan en comprar juguetes que no pudieron tener durante su niñez.

“En estos tiempos que viene el juguete usado empiezan a querer recordar sus tiempos de infancia y empiezan a obtener este tipo de juguetes por medio de nosotros”, confesó.

Don Melvin -como le llama- garantizó que su negocio es el mejor lugar para que los adultos que tienen nostalgia puedan encontrar el artículo que no pudieron obtener cuando eran niños.

Marvel, DC Cómics, Star Wars y Disney

En el negocio Shirkleim Toy Sport se puede encontrar cualquier tipo de variedad de juguetes, desde los héroes de las editoriales de Marvel y DC Cómics, los personajes de la saga de Star Wars, las princesas y figuras de Disney.

Figuras del personaje clásico de Spider Man se pueden observar en uno de los puestos del negocio, Iron Man, Batman, Capitán América, Darth Vader, los protagonistas de películas de Disney como Toy Story, Moana y otras variedades.

Ávila recordó que cuando salieron a los cines las películas de la saga de Toy Story, mandaron un mensaje que los juguetes no solo eran para jugar, sino para guardar.

“Los juguetes no solo son para jugar y tenerlos allí, deshacerse de ellos cuando se es adulto; sino que se guardan y se aprecian”, refiriéndose a Toy Story.

Indicó que las salas de cines se convirtieron en su segundo socio manifestando que a través de las películas busca los juguetes para vender el producto de mayor demanda en la actualidad.

El emprendedor expresó que los artículos de Marvel, DC Cómics, Disney, Star Wars, Jurassic Park, Transformers son de los más demandados entre los clientes porque lo relacionan con las películas, series o programas.

“Nosotros nos involucramos en cine-televisión-juguetes para poder mantenernos informados y atenderles de la mejor manera en el aspecto que lo que ellos nos solicitan”, citó.

También afirmó que la tienda posee juguetes para complacer a las nuevas generaciones de niños en base a los programas que están de moda.

Reveló que posee artículos de programas famosos como Paw Patrol, PJ Mask y Blaze and the Monster Machine.

Mencionó que desde que consiguen productos de estas franquicias los niños inician desde muy temprano la cultura del coleccionismo.

Provisiones

Relató que cuando inició con el negocio había un proveedor que era familiar de su hermana que podría proveer de juguetes, sin embargo, con el paso del tiempo, la persona descontinuó con el abastecimiento.

En contraste don Melvin comentó que cuando la persona dejó de proveer de productos, la demanda de la población de Tegucigalpa y Comayagüela continuaba.

“Empezaron a visitarnos muchas personas en ese tiempo que aún lo hacen, miramos la posibilidad de encontrar otro tipo de proveedores y empezamos a enseñar que el proveedor pudiera traer lo que nosotros vendíamos”, contó.

Reconoció que tuvo dificultades en que el negocio continuará porque los proveedores no importaban juguetes americanos.

Ávila confirmó que en un momento los proveedores decidieron conseguir juguetes para su lado y dejar su negocio varado.

Sin embargo, destacó que en 2010 consiguió un nuevo proveedor que está a las afueras de Tegucigalpa y ellos han continuado proveyendo este tipo de artículos.

“La vida es un juego”, se despidió Ávila, que apeló al alma de niños que llevamos dentro para acercarse a su negocio y adquirir cualquier artículo que nos haga abrazar de nuevo esa etapa hermosa de nuestras vidas.