Londres– El nuevo ministro británico del Interior, James Cleverly, ha descartado abandonar la Convención Europea de Derechos Humanos (CEDH), como reclaman las voces más a la derecha en su Partido Conservador, para afrontar el desafío migratorio.

En una entrevista con el diario «The Times», Cleverly también quiso distanciarse del plan gubernamental para deportar a demandantes de asilo a Ruanda, declarado recientemente ilegal por el Tribunal Supremo.

«Mi frustración es que hemos permitido que se cree una narrativa de que (Ruanda) era lo fundamental. La misión es frenar las pateras. Es la promesa que le hemos hecho a los británicos, no hay que perder de vista la misión. Hay muchos métodos, (pero) no hay que fijarse en ellos sino centrarse en la misión», dijo.

De la misma forma, rechazó la posibilidad de sacar al Reino Unido de la CEDH, como pretendía su predecesora, Suella Braverman, con quien evidencia sus discrepancias.

A su juicio, salir de la convención «podría socavar la cooperación con los países» que la integran y dañar las posibilidades de abordar la inmigración.

Quienes pretenden abandonar la CEDH anteponen, dijo Cleverly, la ideología al pragmatismo y «se aferran fuerte a sus soluciones preferidas» en lugar de buscar un enfoque que permita solucionar el problema.

Pese a todo, el Gobierno del primer ministro británico, Rishi Sunak, tras el rechazo del Supremo, aseguró que redoblará sus esfuerzos para que el plan de Ruanda salga adelante.

En primer lugar, quiere firmar un tratado con el país africano por el que éste se comprometa a no expulsar a los migrantes que lleguen a su territorio y en segundo lugar pretende introducir cláusulas legales que dejen sin efecto las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. EFE