París – Las dos ONG que operan el barco humanitario Ocean Viking reclamaron este lunes a la Unión Europea que les indique rápidamente un puerto seguro en el que desembarcar a los 176 migrantes originarios de diferentes países africanos que rescataron frente a las costas libias el pasado fin de semana.

«Es ya la cuarta vez desde el comienzo de las operaciones del Ocean Viking que esperamos que se nos atribuya un lugar seguro para desembarcar», indicó en un comunicado SOS Méditerranée, que gestiona el barco junto a Médicos sin Fronteras (MSF).

Además, se quejó de que los Gobiernos «han fracasado» en la puesta en marcha de «un mecanismo de desembarco previsible» y de que los acuerdos que se alcanzan puntualmente para cada ocasión «no pueden ser la solución».

El barco ha abandonado la zona de rescate frente a las costas libias y se dirige hacia el norte. Este lunes por la mañana se encontraba a medio camino entre la isla italiana de Lampedusa y Malta.

Las dos ONG se negaron a llevar a los inmigrantes a Trípoli, como les habían indicado las autoridades libias, porque no consideran que ese país ofrezca seguridad.

A última hora del pasado sábado, después de que la ONG Alarm Phone lanzara una alerta sobre una embarcación en peligro, el Ocean Viking rescató a 68 hombres y seis menores no acompañados en las proximidades de una plataforma petrolífera.

En la noche del sábado al domingo, el navío humanitario recibió una comunicación de las autoridades marítimas libias para que participara en la búsqueda de otra embarcación. Se trataba de la primera vez que esas autoridades le pedían por escrito que se implicara en una operación de salvamento. Pero no se localizó esa embarcación.

El segundo rescate, también gracias a un aviso de Alarm Phone, permitió recuperar a 102 personas, entre las que hay 4 mujeres embarazadas y 9 niños menores de 16 años.

«Una vez más, vamos a tener que esperar con estas personas a bordo» que dada su situación no tendrían que seguir allí, y el Ocean Viking mientras tanto no puede continuar con su labor de rescate que «tanta falta hace» en esa zona, lamentó la directora general adjunta de SOS Méditerranée en declaraciones a Efe.

Varios países liderados por Francia y Alemania acordaron a finales de septiembre un dispositivo para un reparto de los inmigrantes rescatados pero sólo los del Mediterráneo central.