Guatemala – El Procurador de los Derechos Humanos de Guatemala, Jordán Rodas, instó este viernes al Gobierno a no criminalizar a los migrantes, indistintamente de su lugar de origen o nacionalidad.
«No se debe criminalizar a las personas migrantes, la migración es un derecho, todas tienen derechos humanos, su tránsito o permanencia por el país debe ser en condiciones dignas», dijo el magistrado de conciencia.
Rodas aseguró que el Gobierno de Guatemala debe enfocar sus esfuerzos en establecer una política pública orientada a atender la problemática que promueve la migración forzada y el desplazamiento de grandes grupos de personas.
Y en este sentido señaló que la migración tiene distintas causas, entre ellas la violencia, la pobreza, falta de oportunidades laborales y las condiciones que generan desigualdad.
Según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las personas migrantes viven en sus países, generalmente, en condiciones de pobreza y no tienen garantizados sus derechos económicos, sociales y culturales, por ello suelen verse forzadas a migrar.
Desde el año pasado, por el territorio guatemalteco se han desplazado varias caravanas de migrantes hondureños y salvadoreños con destino a los Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
El ombudsman manifestó que el apoyo internacional debe dirigirse en forma de apoyo técnico para fortalecer las instituciones nacionales y sobre todo en respaldar a la nueva Fiscalía contra el Tráfico de Personas del Ministerio Público para combatir a los grupos de crimen organizado que toman provecho de las condiciones de vulnerabilidad de los migrantes.
Rodas explicó que el Convenio Centroamericano de Libre Movilidad, conocido como CA4 y vigente desde 2006 para Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, responde al proceso de integración y busca principalmente favorecer el intercambio económico y de turismo en la región, contribuyendo directamente a la economía de los países que lo integran.
El procurador hizo un llamamiento a las autoridades guatemaltecas para que cumplan con su mandato en un marco de respeto y protección a los derechos humanos de todas las personas, sin importar su nacionalidad.
La situación en Guatemala respecto de las personas migrantes «es distinta a la que viven migrantes guatemaltecos en Estados Unidos», subrayó.
«No se deben anteponer las políticas migratorias de Estados Unidos y México a los intereses y necesidades de los guatemaltecos, tanto en el territorio nacional como de los que están en el extranjero», zanjó.