Ciudad del Vaticano – El papa Francisco alertó hoy en el Vaticano contra el miedo al diferente, que lleva a los hombres a juntarse solo con los similares y puede derivar en el nacimiento de sectas.
«Hoy en el mundo, las desarmonías se han convertido en verdaderas divisiones: están los que tienen demasiado y los que no tienen nada, los que buscan vivir cien años y los que no pueden nacer. En la era de la tecnología estamos distanciados: más ‘social’ pero menos sociales», lamentó el papa, durante la festividad de Pentecostés, celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
«Siempre existe la tentación de construir ‘nidos’: de reunirse en torno al propio grupo, a las propias preferencias, el igual con el igual, alérgicos a cualquier contaminación. Del nido a la secta, el paso es corto», añadió.
El papa presidió esta celebración en la que los católicos conmemoran la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y en su homilía defendió la necesidad de que los hombres encuentren la paz y la armonía, para que sientan tranquilidad «aun cuando la superficie esté agitada por las olas».
Criticó que «las prisas que nos impone nuestro tiempo» marginan la armonía y provocan que las personas corran, «movidos por un continuo nerviosismo» que les hace «reaccionar mal a todo».
«Se busca la solución rápida, una pastilla detrás de otra para seguir adelante, una emoción detrás de otra para sentirse vivos», indicó.
En lugar de seguir con esta dinámica, Jorge Bergoglio animó a «poner orden en el frenesí» y a sentir paz, en vez de inquietud, confianza, en vez de desánimo, alegría y no tristeza.
Finalmente, repudió que en las sociedades actuales esté «de moda adjetivar» e insultar, unas acciones que acaban haciendo daño «tanto al que es insultado como también al que insulta».
«Devolviendo mal por mal, pasando de víctimas a verdugos, no se vive bien. En cambio, el que vive según el Espíritu lleva paz donde hay discordia, concordia donde hay conflicto», apuntó.
«Los hombres espirituales devuelven bien por mal, responden a la arrogancia con mansedumbre, a la malicia con bondad, al ruido con el silencio, a las murmuraciones con la oración, al derrotismo con la sonrisa», concluyó.
La solemnidad de Pentecostés en una de las fechas más importantes del calendario cristiano y se celebra el quincuagésimo día después del Domingo de Pascua.