Ciudad del Vaticano – El papa Francisco instó hoy a la comunidad internacional a no tolerar ataques como el bombardeo a un centro de inmigrantes al sur de la capital libia, Trípoli, y pidió establecer corredores humanitarios para los más vulnerables.
«Queridos hermanos y hermanas, aunque hayan pasado algunos días, os invito a rezar por las pobres personas inermes asesinadas o heridas en un ataque aéreo que golpeó a un centro de inmigrantes en Libia», llamó el pontífice tras el rezo del Ángelus dominical.
Ante los fieles que le escuchaban en la plaza de San Pedro, y a los que después pidió orar en silencio, el papa opinó que «la comunidad internacional no puede tolerar hechos tan graves».
«Rezo por las víctimas. Que el Dios de la paz acoja a los difuntos. Espero que se organicen en un modo amplio y concertado pasillos humanitarios para los inmigrantes más vulnerables», dijo.
Se refería al bombardeo perpetrado en la noche del pasado martes en el centro de detención de inmigrantes de la localidad de Tajura, al sur de Trípoli, que dejó 56 muertos y 130 heridos, de acuerdo a los datos difundidos por Naciones Unidas.
El ataque ha sido atribuido a las tropas del mariscal opositor Jalifa Hafter, que controla el este de este país fragmentado y en guerra desde 2011 y que desde el pasado abril se ha lanzado a la conquista de la capital, en manos de un Gobierno apoyado por la ONU.
Libia está inmersa en un largo conflicto desde que la OTAN contribuyera en 2011 a que grupos rebeldes triunfaran cuando terminó la dictadura de más de cuarenta años de Muamar al Gadafi.
Actualmente es puerto de partida para numerosos inmigrantes y la Unión Europea e Italia forman y dotan de medios a los denominados guardacostas libios para que patrullen sus costas, corten el flujo migratorio y devuelvan a tierra a los migrantes interceptados.
Una política criticada por numerosas organizaciones internacionales, que denuncian el trato vejatorio y violaciones de los derechos humanos de los migrantes retenidos en los centros de detención del país magrebí.
Tras el Ángelus el papa también recordó a las víctimas de los últimos ataques en Afganistán, Malí, Burkina Faso y Níger.