Roma – El papa Francisco lamentó hoy que los migrantes que huyen de sus países en conflicto encuentren «las puertas cerradas por el miedo y los corazones blindados de cálculos políticos», durante su oración en la celebración del Via Crucis de Viernes Santo.
Francisco pronunció estas palabras frente al Coliseo de Roma y aprovechó para criticar también la codicia y el poder, y que haya familias que se vean «destruidas por la traición, por las seducciones del maligno» o por el egoísmo.
Jorge Bergoglio citó como las cruces del mundo la «de las personas hambrientas de pan y de amor», la de las personas «abandonadas incluso por sus propios hijos y parientes», la de los «pueblos sedientos de justicia y paz» y la de «las personas que no tienen el consuelo de la fe».