Awali (Baréin)– El papa Francisco instó hoy a las religiones a promover la paz a través de «instrumentos» como el encuentro, las negociaciones pacientes y el diálogo, al reunirse hoy en Baréin con los miembros del Consejo Musulmán de Ancianos.

En la segunda jornada del papa Francisco en este país del golfo Pérsico, el papa se reunió con el imán de la Universidad de Al Azhar, de Egipto, Ahmed al Tayeb, con quien firmó en 2019 en Abu Dabi el documento para la Hermandad Humana.

Después, en el patio frente a la mezquita del complejo del palacio real Sakhir en Awali, dirigió su discurso al Consejo Musulmán de Ancianos, que promueve los valores de la tolerancia y combate el extremismo y con quienes ya se encontró en su viaje a Abu Dabi.

«Dios es fuente de paz. Que nos conceda ser, en cualquier lugar, canales de su paz», inició el papa su discurso ante los representantes de esta institución y la delegación vaticana sentada en círculo.

«Ante ustedes quisiera reiterar que el Dios de la paz nunca conduce a la guerra, nunca incita al odio, nunca respalda la violencia. Y nosotros, que creemos en Él, estamos llamados a promover la paz a través de instrumentos de paz, como el encuentro, las negociaciones pacientes y el diálogo, que es el oxígeno de la convivencia común», agregó.

Francisco, que ha viajado a Baréin para reforzar las relaciones con el islam, señaló que «la paz no puede ser sólo proclamada, se debe consolidar», y esto es posible «removiendo las desigualdades y las discriminaciones, que producen inestabilidad y hostilidad».

Ante estos representantes del mundo islámico, el papa expresó que cada vez es más necesario que se «encuentren y conozcan más» y «poner la realidad antes que las ideas y a las personas antes que las opiniones, la apertura al cielo antes que las distancias de la Tierra, un futuro de fraternidad antes que un pasado de hostilidad, superando los prejuicios y las incomprensiones».

«Frente a una humanidad cada vez más herida y desgarrada que, bajo el vestido de la globalización, respira con dificultad y miedo, las grandes religiones están llamadas a ser el corazón que une los miembros del cuerpo, el alma que da esperanza y vida a las más altas aspiraciones», aseveró Francisco, que en su pontificado ha visitado once países de mayoría musulmana.

Para colaborar en el camino de la paz, el papa indicó que las religiones disponen de la oración y la fraternidad.

«Estas son nuestras armas, humildes y eficaces», dijo Francisco, que llamó a no dejarse tentar «por quienes creen en las razones de la fuerza y alimentan la violencia, la guerra y el mercado de armas, el comercio de la muerte que, con grandes sumas de dinero cada vez mayores, está transformando nuestra casa común en un gran arsenal».

También lamentó que «muchas personas se ven obligadas a migrar de su propia tierra a causa de los conflictos financiados por la compra de armamento anticuado a precios asequibles, para luego ser identificadas y rechazadas en otras fronteras por medio de equipamiento militar siempre más sofisticado».

Y les invitó a no caer «en el escándalo de ocuparnos de otras cosas y no de anunciar al Dios que da paz a la vida y la paz que da vida a los hombres».