Ciudad del Vaticano – El papa Francisco recordó hoy que «el Mediterráneo siempre ha sido un lugar de tránsito, de intercambio y, a veces, incluso de conflicto», y abogó para que sus pueblos rechacen «cualquier tentación de reconquista y de cierre identitario».
El papa realizó esta reflexión al participar hoy en Nápoles en el encuentro sobre «La teología después de la Veritatis Gaudium en el contexto del Mediterráneo», evento organizado por la Pontificia Facultad Teológica de Italia Meridional.
El Mediterráneo, dijo, es hoy un lugar que «plantea una serie de preguntas, a menudo dramáticas» y para responderlas «necesitamos «una teología de bienvenida», dirigida a «desarrollar un diálogo auténtico y sincero (…) para la construcción de la paz en una sociedad inclusiva y fraterna y para la protección de la creación».
Francisco aseguró que la teología «puede ayudar a la Iglesia y a la sociedad civil a volver al camino en compañía de muchas personas naufragadas, alentando a la gente del Mediterráneo a rechazar cualquier tentación de reconquista y de cierre identitario».
El Mediterráneo , observó, es un «puente» entre Europa, África y Asia, un espacio para construir una «gran tienda de la paz donde los diferentes hijos del padre común Abraham puedan vivir juntos».
En otra parte de su discurso, Francisco alentó a instituir cursos en el idioma y la cultura árabe y hebrea en las facultades de teología para fomentar las relaciones con el judaísmo y el islam a fin de comprender las raíces y las diferencias comunes.
«Con los musulmanes estamos llamados a dialogar para construir el futuro de nuestras sociedades y nuestras ciudades», dijo el papa.
Afirmó que a los musulmanes hay que «considerarlos socios para construir una coexistencia pacífica, incluso cuando hay episodios impactantes de grupos fanáticos que son enemigos del diálogo, como la tragedia de la Pascua pasada en Sri Lanka».