Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco recibió hoy a los miembros del arzobispado de Valencia (España) encabezados por su arzobispo, el cardenal Antonio Cañizares Llovera, y les agradeció su labor por los más necesitados y en la acogida a los inmigrantes.
Francisco recibió a los miembros y sacerdotes de la archidiócesis de Valencia en el Consistorio del Palacio Apostólico después de la petición que le cursó hace tiempo el arzobispo de Valencia.
«En este momento, deseo agradeceros todo lo que hacen en esa archidiócesis en favor de los más necesitados; en particular por la generosidad y grandeza de corazón en la acogida de los inmigrantes; todos ellos encuentran en ustedes una mano amiga y un lugar donde poder experimentar la cercanía y el amor», les dijo.
El pontífice argentino también les animó a seguir llevando «la presencia de Dios a tantas personas que la necesitan», porque, agrego, «este es uno de los desafíos del sacerdote hoy».
También les recomendó que huyan «de toda mundanidad; esta nos va enredando a este mundo y nos va alejando de Dios y de los hermanos, haciéndonos esclavos».
«Que la Virgen María, Madre de los Desamparados, los cuide y los sostenga siempre, para que no dejen de volcar en los demás el don que han recibido y de testimoniarlo con alegría y generosidad», se despidió el papa.
En su discurso, también recordó que «Valencia, tierra de santos, celebra este año el jubileo por uno de ellos, san Vicente Ferrer, que trabajó y se empeñó con todas sus fuerzas por la unidad en la comunidad eclesial».
Y que, de algún modo, «la Iglesia en Valencia, al conservar la reliquia del santo cáliz en su catedral, se hace testigo y portadora de la verdad de la salvación».
Continuó recomendando Francisco que «es necesario el estudio (…) para hacer frente a los momentos que estamos viviendo y a las realidades que nos cuestionan».
A los obispos, les deseó «que estén presentes, que sean accesibles a sus sacerdotes y los escuchen, pues ellos son sus inmediatos colaboradores».
Y les recordó que los religiosos están «llamados a salir a dar testimonio y a llevar a todos la ternura de Dios, también en el despacho y en las tareas de curia, sí, pero con actitud de salida, de ir al encuentro del hermano».