Ciudad del Vaticano.– El papa Francisco recordó hoy que el Mediterráneo es el cementerio más grande de Europa y pidió más solidaridad y menos indiferencia ante las tragedias de los migrantes, durante el rezo dominical del ángelus en la plaza de San Pedro.

El papa explicó que hoy en Augusta, en Sicilia, se expondrá el barco reflotado en el que murieron cientos de migrantes en 2015, en una de las mayores tragedias del Canal de Sicilia, para render homenaje a los migrantes que perdieron la vida en el Mediterráneo.

Francisco deseó entonces que «este barco, símbolo de tantas tragedias en el Mediterráneo, continúe despertando la conciencia de todos y haga crecer una humanidad más solidaria que acabe con el muro de la indiferencia».

«Pensemos que el Mediterráneo es el cementerio más grande de Europa», dijo Francisco, que eligió la pequeña isla italiana de Lampedusa en 2013 para su primera visita.

Hasta el 10 de junio, más de 15.000 personas han llegado a las costas italianas; al menos 675 personas murieron o desaparecieron mientras intentaban llegar a través del Mediterráneo central.

Este barco es el símbolo de uno de los peores momentos de la crisis migratoria en el Mediterráneo central. Su naufragio el 18 de abril de 2015 fue uno de los de mayor envergadura registrados en el Mediterráneo, pues tan solo 28 de las alrededor de 700 personas que viajaban hacinadas en la nave sobrevivieron.

En junio de 2016, un año después, la Marina italiana reflotó la embarcación, sumergida a 370 metros de profundidad, y la trasladó al puerto de Augusta, donde recuperó más de 200 cadáveres que estaban aún dentro, sumándolos a los 169 encontrados tras la tragedia.

El Ministerio de Defensa cedió en 2019 el barco a la ciudad de Augusta, que a su vez lo dio en préstamo durante un año al artista suizo Christoph Büchel para exhibirlo en la Bienal de Venecia, donde fue visitado por miles de personas y exponentes de la cultura.

En 2018, el Ayuntamiento de Augusta aprobó por unanimidad una moción en la que se comprometió a hacer del barco el elemento central de este «Jardín de la Memoria» expuesto como testimonio de las tragedias de los migrantes.