San Salvador- El Salvador no posee la capacidad en materia de seguridad para albergar a los solicitantes de asilo que busquen protección en su ruta a Estados Unidos, dijo a Efe el experto en temas migratorios César Ríos.
La canciller salvadoreña, Alexandra Hill, y el secretario interino de Seguridad Nacional de EE.UU., Kevin McAleenan, firmaron este viernes el denominado «acuerdo cooperativo de asilo».
McAleenan apuntó, sin aludir el concepto de «tercer país seguro», que el acuerdo puede llegar a usarse para que los migrantes irregulares de camino a EE.UU. busquen protección en El Salvador.
El diario The Washington Post informó, citando a funcionarios estadounidenses, que el pacto permitiría enviar al país centroamericano a los demandantes de asilo que lleguen a la frontera de EE.UU. para que pidan ese amparo desde allí.
Ríos, que dirige la organización social Insami, señaló que el país centroamericano actualmente apenas «está iniciando planes, programas y estrategias para brindar seguridad a la población» local.
«Todavía no podemos decir que El Salvador está en capacidad de brindar seguridad a los salvadoreños y si no tenemos capacidad de dar seguridad a los salvadoreños, no vamos a tener capacidad de dar seguridad a otros que vengan de afuera», sostuvo el activista.
El Salvador es considerado como uno de los países más violentos del mundo por las tasas de homicidios de entre 103 y 50,3 por cada 100.000 habitantes entre 2015 y 2018.
El experto lamentó que El Salvador, Guatemala y Honduras «están prestando o alquilando nuestro territorio a un proyecto de contención de la migración» que responde a intereses políticos del presidente estadounidense, Donald Trump.
«Esta campaña de contención de la migración no va orientada a una disminución de la población migrante indocumentada en Estados Unidos» y «que aparezca en estos momentos tienen una simbología casi electoral y política», subrayó Ríos.
El activista salvadoreño espera que el referido acuerdo «considere el respeto de los derechos de las personas y los problemas estructurales que generan la migración», y que establezca «una inversión extranjera directa a nuestro país».
Por su parte, Óscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Américas, apuntó que «El Salvador no es un país de asilo porque no tiene las condiciones de seguridad e integración bajo las cuales las personas puedan encontrar la protección que buscan».
«El Salvador es un país expulsor de personas, que afronta retos importantes para garantizar y proteger los derechos humanos de su población», señaló en un comunicado.
Añadió que El Salvador «vive una epidemia de violencia, perpetrada tanto por grupos criminales como por agentes del Estado», también «es uno de los países de la región con menos crecimiento económico» y «afronta consecuencias directas de la crisis climática».
McAleenan visitó El Salvador el pasado 28 de agosto para firmar el apoyo de su país a la patrulla fronteriza a una patrulla fronteriza local.
El funcionario dijo en esa ocasión que EE.UU. también apoyaría «la iniciativa propia de los salvadoreños en la capacidad de asilo junto con Acnur» (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados).
Efe preguntó a representantes del Ministerio de Seguridad salvadoreño y de Acnur sobre dicho proyecto y ambas fuentes señalaron que se trataba de una iniciativa para atender a los desplazados salvadoreños por la violencia y no para recibir a solicitantes de refugio.