Los Ángeles (EE.UU.) – Cincuenta millones de dólares al año. Eso es lo que va a pagar Apple Music para ser el nuevo patrocinador del espectáculo del descanso del Super Bowl, un show que atrae tanta atención -e incluso a veces más- que la propia final de la NFL.
Desde 2013, Pepsi había sido el sponsor de este concierto que en la última edición del Super Bowl protagonizaron Dr. Dre, Snoop Dogg, Eminem, Mary J. Blige y Kendrick Lamar.
Ese enorme homenaje al rap reunió en televisión a nada menos que 120 millones de espectadores, según los datos de la NFL.
Había mucha curiosidad por saber quién tomaría el relevo de Pepsi al frente de este espectáculo y, finalmente, la NFL anunció la semana pasada que Apple Music será su pareja de baile para este gran show.
«No podríamos pensar en un socio más apropiado para la actuación musical más vista de todo el mundo que Apple Music, un servicio que entretiene, inspira y motiva a millones de personas en todo el mundo a través de la intersección de música y tecnología», dijo en un comunicado Nana-Yaw Asamoah, vicepresidente de Estrategia de Colaboración y Nuevos Negocios de la NFL
Como suele pasar en este tipo de acuerdos, la NFL y Apple Music no desvelaron los detalles del contrato que han firmado.
Sin embargo, la publicación especializada Sport Business Journal aseguró que el acuerdo es por cinco años y que por cada uno de ellos el gigante de la manzana desembolsará a la NFL unos 50 millones de dólares.
Quizá pueda parecer un precio disparatado por un show que solo dura unos pocos minutos (el de 2022, por ejemplo, no llegó al cuarto de hora).
Pero el lunes después del Super Bowl solo hay dos preguntas que dominan todas las conversaciones en EE.UU.: quién se llevó el título y qué tal fue el concierto del intermedio.
Para Apple Music, todavía lejos del líder del mercado en ‘streaming’ musical (Spotify), el acuerdo con la NFL le facilita un escaparate magnífico y la posibilidad de unir su nombre al de las estrellas más importantes y a uno de los escenarios más cotizados del planeta.
Así, en los últimos años han actuado en el Super Bowl The Weeknd (2021), Jennifer López y Shakira (2020), Maroon 5 (2019), Justin Timberlake (2018), Lady Gaga (2017), Coldplay (2016), Katy Perry (2015), Bruno Mars (2014) y Beyoncé (2013).
RIHANNA, UNA BAZA GANADORA
El estreno del Apple Music Super Bowl Halftime Show será el 12 de febrero de 2023 en el State Farm Stadium de Glendale, el recinto en el que juegan los Arizona Cardinals y que acogerá la próxima final de la NFL.
Los primeros rumores apuntaron a que Taylor Swift sería la encargada del show del descanso, pero al final la NFL y Apple Music se sacaron un as de la manga con la elección de Rihanna.
Considerada como una de las figuras del pop más destacadas del siglo XXI, Rihanna, que no publica un disco desde el ya muy lejano «ANTI» (2016), ha escogido el Super Bowl para regresar a la primera fila de la industria musical en medio de una enorme expectación.
No le ha ido nada mal en los últimos años al margen de los micrófonos ya que la cantante, que tiene 135 millones de seguidores en Instagram, ha triunfado en el mundo de la moda y la cosmética con su marca Fenty.
¿Un ejemplo? Según la revista Forbes, el patrimonio de la artista de Barbados asciende a 1.400 millones de dólares (solo en 2020, Fenty tuvo unos ingresos de 550 millones).
Volviendo a Apple Music, su apuesta por el Super Bowl encaja dentro del reciente interés de la compañía tecnológica por las retransmisiones deportivas.
Así, Apple TV+ ha comenzado a emitir este año y en exclusiva algunos partidos del viernes de la MLB de béisbol y ha firmado un acuerdo por 10 años que le permitirá ser el único hogar a partir de 2023 de todos los encuentros de la MLS de fútbol.
Eso sí, en el negocio del ‘streaming’ y los deportes Apple ha encontrado un rival a la altura: Amazon, que decidió pagar la friolera de mil millones de dólares por año a la NFL para emitir en exclusiva el partido del Thursday Night Football.