Washington – El Tribunal Supremo de Estados Unidos anunció este viernes que revisará una ley del estado de Luisiana cuyos requisitos restringen el acceso de las mujeres al aborto.

La decisión del tribunal, que considerará la ley de Luisiana en su próximo período de sesiones, colocará el controvertido asunto del aborto en medio de la campaña presidencial de 2020, ya que se espera un veredicto para junio.

La legislación de Luisiana exige que los médicos que practican abortos tengan derechos de admisión en un hospital dentro de un radio de unos 77 kilómetros desde la clínica donde se lleva a cabo el procedimiento.

La ley asimismo exige que las clínicas que ofrecen el servicio de abortos sean, de hecho, pequeños hospitales con todos los requisitos, desde el ancho de los pasillos hasta la obtención de equipos costosos.

En 2016, el Tribunal Supremo anuló, con una votación de 5 a 3, una ley similar del estado de Texas, parecida a la que otros estados han promulgado en años recientes dentro de una lucha constante entre quienes defienden el derecho de las mujeres a decidir sobre el embarazo y quienes se oponen al aborto.

En el caso de Texas, el Supremo señaló que ninguno de esos requisitos eran necesarios para proteger la salud de la mujer, y que en cambio, suponían «un impedimento sustancial» al derecho de una mujer a practicarse un aborto.

Los oponentes de la legislación de Luisiana argumentan que esa ley, de hecho, dejaría una sola clínica habilitada para los abortos en un estado que tiene 4,4 millones de habitantes .

El año pasado, el Tribunal federal de Apelaciones del Quinto Distrito dictaminó que la ley de Luisiana era válida porque tendría un impacto diferente a la de Texas.

Según el juez Jerry Smitth, quien escribió el fallo, «en Luisiana, a diferencia de Texas, la ley no impone un impedimento sustancial sobre un gran número de mujeres».

Pero en febrero el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, sumó su voz a la de la minoría liberal en esa corte y dictó una suspensión de la ley de Luisiana.