Washington.– La senadora Elizabeth Warren, una de las caras más conocidas del partido demócrata, informó hoy de la creación de un comité exploratorio para analizar su posible candidatura presidencial de cara a las elecciones de 2020, un paso legal previo al anuncio oficial.
En un vídeo de cuatro minutos y medio, Warren se dirigió a la clase media estadounidense y ofreció un mensaje de populismo económico.
«La clase media de Estados Unidos está bajo ataque. ¿Cómo hemos llegado aquí? Los multimillonarios y las grandes corporaciones decidieron que querían más de la tarta», apuntó la senadora por el estado de Massachusetts.
De este modo, Warren se convirtió en la candidata demócrata más conocida en anunciar su intención de llegar a la Casa Blanca y enfrentarse al presidente estadounidense, Donald Trump, que ya ha anunciado su intención de buscar la reelección.
En diciembre, el demócrata Julián Castro, que fue secretario de Vivienda durante el Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017), también dijo que había creado un comité exploratorio y que daría a conocer su decisión final a principios de enero.
El anuncio de Warren llega en un momento en el que su popularidad ha bajado después de que la senadora publicara en octubre los resultados de una prueba de ADN para demostrar que probablemente tiene raíces de nativos americanos.
El diario «The Boston Globe» publicó el resultado de una prueba de ADN que, en un primer momento, demostraba «pruebas sólidas» de que hubo un nativo americano en el árbol genealógico de Warren.
Sin embargo, horas más tarde el rotativo de Boston reconoció que hubo un «error matemático» al calcular la herencia genealógica de Warren y que, en realidad, la política tiene entre 1/64 y 1/1.024 de origen nativo americano.
Ese paso provocó las burlas de Trump, que la ha llamado «Pocahontas» en repetidas ocasiones, y el enfado de la tribu indígena Nación Cherokee, que aseveró que el uso de una prueba de ADN para demostrar «cualquier conexión» con orígenes nativoamericanos «es inapropiado e incorrecto».
En 2012, la legisladora dijo que tenía raíces indígenas, pero la falta de pruebas al respecto y su decisión de identificarse como nativoamericana en el directorio de la Asociación de Escuelas de Derecho de EEUU llevaron a Trump y otros conservadores a acusarla de haber mentido sobre ese punto para avanzar en su carrera.