Miami (EEUU) – La Fundación 15 de Septiembre, formada por hondureños asentados en el sur de Florida (EEUU), reclamó este miércoles que se tenga en cuenta a los emigrantes en la reforma electoral en Honduras y se respete el derecho al voto desde el extranjero.
«No nos tienen en cuenta a los hondureños en el extranjero, aunque somos los que producimos un 20 % del Producto Interno Bruto del país con nuestras remesas», subrayó a Efe el presidente de la fundación, Juan Flores, quien reside en el condado de Broward, lindante con el de Miami-Dade, y posee un taller mecánico.
«Están jugando con nosotros», aseguró Flores ante la falta de respuesta a una propuesta de la fundación para mejorar el proceso de votación de los migrantes de cara a las elecciones de 2021.
La propuesta fue enviada en enero tanto a la Comisión Electoral como a los partidos políticos con representación en el Congreso de Honduras, pero ha pasado más de un mes y no ha habido contestación.
La fundación elaboró ese plan, firmado también por la vicepresidenta del grupo, Maybelle Castillo, al conocerse que como parte de la reforma electoral a cargo de una comisión del Congreso de Honduras se planteaba la eliminación del voto en el extranjero con el argumento de que es muy costoso para los pocos emigrantes que votan.
Esa polémica idea, aparentemente, fue archivada, pero Flores y los otros integrantes de la fundación no están seguros de que eso signifique que se ha abandonado totalmente la intención de conculcar un derecho que data de 2001.
En 2017, según el Tribunal Supremo Electoral, solo 2.521 de las 50.617 hondureños registrados para votar en Estados Unidos ejerció su derecho al sufragio, dijo Flores.
«Las cifras muestran que existe una falta de motivación del migrante para ejercer su derecho a votar», afirma la fundación en su propuesta, en la que hace hincapié en la necesidad de censar de manera eficaz a los hondureños en EE.UU. y de educarlos cívicamente.
«Los hondureños están dormidos (políticamente) trabajando duro para enviar dinero a sus familias», dice Flores, quien subraya que el lugar de votación en Miami en 2017 era un centro vinculado a la policía al que ningún indocumentado osaría acercarse.
En referencia al censo o empadronamiento, Flores dice que este viernes celebrarán una videoconferencia con el titular del Registro Nacional de Personas, Rodrigo Kattán, para hablar sobre la necesidad de que la nueva tarjeta de identidad de Honduras llegue también a los emigrantes.
El objetivo de la Fundación 15 de Septiembre es lograr que el Gobierno de Honduras escuche «la voz de los migrantes», que no solo tienen un «potencial político grande» sino que son los que le dan a Honduras su principal fuente de divisas: las remesas.
Según fuentes oficiales, alrededor de 1,5 millones de hondureños viven en el exterior, en su mayoría en Estados Unidos, y esos emigrantes envían remesas a sus familias que en 2019 sumaron 5.400 millones de dólares.
En el sur de Florida se concentran unos 180.000 hondureños, la mayor parte en el condado de Broward, cuya capital es Fort Lauderdale, y la cifra total de hondureños en EE.UU. puede haber llegado al millón y medio con el éxodo de los últimos años, dice Flores.
A su juicio, si se pusiera en marcha la propuesta de la fundación se podría llegar a sumar unos 300.000 nuevos votantes en EE.UU., una fuerza capaz de «botar (con be) a un presidente».
Ese puede ser el motivo de las tentativas de eliminar el voto desde el extranjero, dijo.
«Debe considerarse que solo en los Estados Unidos según cifras oficiales están viviendo más 996.000 hondureños indocumentados, lo que significa que, si un 30 % de estos ciudadanos pudiera ejercer su derecho al voto, se podría alcanzar fácilmente unos 300.000 votos», dice el documento de la Fundación 15 de Septiembre.
El primer punto de la propuesta es «motivar al migrante para que obtenga su tarjeta de identidad mediante campañas en medios de comunicación».
A juicio de la fundación, que propone que los migrantes contribuyan al proceso de mejorar el proceso de votación, es necesario elaborar un reglamento electoral especial para el voto en el exterior, diferente al que existe en Honduras.
Asimismo, proponen «crear un software para que los migrantes puedan ejercer el sufragio en cualquier parte del planeta» y no como ocurre ahora en EE.UU. en solo siete ciudades.
«El voto en el exterior es factible y un derecho que nos da la Ley, simplemente tenemos que cambiar los procedimientos de enrolamiento y votación en el extranjero para disminuir los costos de estos eventos», dice la propuesta.
Para la fundación, «renunciar a este derecho es renunciar a nuestra nacionalidad».
Flores dice que la guinda del pastel es incorporar al Congreso diputados que representen a los residentes en el extranjero.
Las elecciones generales de 2013 y 2017 en Honduras estuvieron salpicadas por denuncias de fraude.
El presidente Juan Orlando Hernández, reelegido en 2017 gracias a un fallo judicial que sorteó el hecho de que la reelección presidencial no está en la Constitución, defiende la necesidad de contar en 2021 con «un sistema electoral fuerte, robusto, transparente confiable, altamente democrático y participativo».
Para Hernández, es crucial aprobar el balotaje, o segunda vuelta electoral, y regular la figura de la reelección presidencial.