Tegucigalpa – Luego de 13 años de ausencias e incertidumbres, la madre hondureña Sara Meléndez se reencontró con su hijo Fredy Adilio Rodríguez Meléndez, quien perdió la comunicación una vez que emprendió la travesía.
Este reencuentro es el tercero de la XIV Caravana de Madres Centroamericanas y el segundo protagonizado por una familia hondureña.
«La esposa de mi hijo llamó a la audición de Cofamipro en Radio Progreso y dijo que estaban buscando a su familia. Un vecino lo escuchó y nos avisó que mi hijo estaba buscando a su papá y su mamá», contó la emocionada madre hondureña.
Sus palabras acabaron y bastó un abrazo, que para los testigos del mismo fue eterno, para contar el resto de la historia.
“Fuimos a la emisora y ellos nos dieron un papel para ir a Cofamipro. Lo vi ese día en la computadora y sí, él es, ese es mi hijo. Mi viejo [su esposo] estaba tan contento, y es que pasan tantas cosas por la mente de uno pero yo lo soñé, yo sabía que estaba vivo, lo vi entrar por la puerta de la casa con la edad que tiene ahora”, narró doña Sara.
Como esta madre hondureña, muchas progenitoras centroamericanas que integran la Caravana llegaron a México por primera vez gracias al Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), ya que la autoridad migratoria les exige visa para entrar. Son pocas las que pudieron poner la denuncia, y menos las que pueden seguir la causa judicial por la desaparición de su familiar.
Según estima el Movimiento, existen 70 mil centroamericanos desaparecidos en México que no están contados en las cifras oficiales, ya que sus países de origen rechazan tomar las denuncias de las familias bajo el argumento de que México es el responsable de buscarlos.
En ese orden, el MMM creó Puentes de Esperanza, que dedica sus esfuerzos a seguir las pistas que consiguen durante la Caravana y siguen los indicios que estas mujeres tienen de sus familiares desaparecidos.
Sólo en Honduras hay cinco comités de familias de desaparecidos en el camino. Uno de los más antiguos es el Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos de El Progreso (Cofamipro, fundado en 1998) que tiene registro de 800 casos de desaparecidos originarios de esta zona al norte de Honduras.
Cabe señalar que, el primer reencuentro de esta caravana también fue protagonizado por una familia hondureña, 14 años después de perder contacto.
Se trata de doña Leticia Martínez, proveniente de Honduras, quien volvió a abrazar a su hija Merza Yanira Martínez, después de 14 años de no verla, luego que está decidió, como miles de hondureños, emprender la ruta migratoria en busca de una mejor vida.
“Mi hija tenía 26 años cuando salió del país, ella era madre soltera y tenía tres hijos, trabajaba en la maquila pero ganaba muy poco”, declaró la alegre progenitora.
Es oportuno mencionar que, está es la XIV caravana de madres en busca de sus hijos que se realiza, pero a diferencia de años anteriores ha sido opacada por un éxodo de hondureños que buscan llegara a pie a Estados Unidos.