Tegucigalpa- El empresario hondureño René Bendaña ha expresado su preocupación por la falta de optimismo en el ambiente empresarial de Honduras y ha anunciado la posibilidad de trasladar su fábrica a El Salvador.
«Desde mi punto de vista empresarial, efectivamente yo he tomado serias consideraciones porque un país se construye con optimismo y se destruye con pesimismo, y lo que está exportando el gobierno de Bukele es optimismo», afirmó Bendaña.
El empresario destacó la importancia del clima de confianza para la inversión tanto local como internacional. «Cualquier inversionista busca poner un negocio donde genere más confianza que va a incrementar inversión y sus ganancias», señaló.
Bendaña lamentó que mientras ha recibido comunicación de funcionarios de El Salvador mostrándose dispuestos a colaborar, no ha recibido ningún contacto por parte de autoridades hondureñas.
En ese sentido el empresario lamentó que “por primera vez estoy considerando mover la fábrica a El Salvador y dejar en Honduras la distribución».
La decisión del empresario no es un caso aislado. Según Bendaña, muchos de sus colegas están contemplando cerrar operaciones en Honduras y trasladarlas a El Salvador. “Lo mismo está pasando con diferentes negocios de personas con quienes he estado hablando de diferentes rubros», afirmó.
El deterioro en la economía hondureña también se refleja en el ámbito comercial. Bendaña describió su experiencia en un centro comercial, donde notó una notable falta de movimiento. «Estaba vacío y las pocas personas andaban sin bolsas», comentó.
Incluso pequeños emprendedores están sintiendo el impacto. Bendaña compartió el caso de una vendedora de licuados en un mercado, quien le confesó que por primera vez ha tenido que invertir dinero propio y que, si la situación no mejora para mayo, se verá obligada a cerrar su negocio.
Ante este panorama preocupante, Bendaña se cuestionó: «¿Qué está pasando?» al tiempo que concluyó que la falta de optimismo y de medidas gubernamentales para fomentar la inversión y el crecimiento económico parecen ser las principales causas de la desaceleración que está experimentando la economía hondureña.