El vicepresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Robert Vinelli, fue registrado, durante una entrevista con Agencia Efe, en Tegucigalpa (Honduras). EFE/Gustavo Amador

Tegucigalpa – La posible propagación del coronavirus en Honduras, donde afecta a seis personas, tendría consecuencias económicas «graves» para el país, que ha cerrado sus fronteras para el tránsito de personas, advirtió el vicepresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Robert Vinelli.

El impacto económico del virus será «grave», por lo que las autoridades deben actuar con urgencia para prevenir la propagación de la enfermedad, enfatizó Vinelli en una entrevista con Efe en Tegucigalpa.

«Lo que estamos esperando en el peor de los casos es que haya una propagación de la enfermedad, similar a la de Italia, donde no hicieron caso y permitieron el traslado de la enfermedad entre personas en forma rápida y severa y hoy están pagando las consecuencias», subrayó el vicepresidente del Cohep, la principal cúpula patronal de Honduras.

Agregó que el sistema sanitario de Honduras está «sobrecargado» y si el COVID-19 se propaga, especialmente a nivel de enfermeras y médicos, generaría «más preocupación».

MEDIDAS

El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, informó la víspera que los casos positivos de coronavirus en su país aumentó de tres a seis, y anunció el cierre de las fronteras terrestres, aéreas y marítimas para el tráfico de personas durante siete días.

«La pandemia del coronavirus ha desbordado la capacidad de todos los países del mundo. Ninguna nación, ni aún aquellas con los sistemas de salud más sofisticados, lograron medir el impacto que este nuevo virus iba a tener y dejó al descubierto la vulnerabilidad de las poblaciones para prevenir y detener la propagación del virus», subrayó el gobernante.

El Gobierno hondureño ordenó anoche mismo suspender las labores del sector público y privado, cancelar las actividades deportivas, así como suspender el servicio de transporte público, celebraciones religiosas y cerrar negocios de todo tipo, incluidos centros comerciales, a excepción de supermercados, mercados, pulperías, farmacias, hospitales, hoteles, gasolineras y la banca privada.

RESPUESTA

Vinelli dijo que la respuesta al impacto económico de la epidemia pasará por «la prevención» y una actitud responsable de las instituciones y ciudadanos para evitar la propagación del virus.

«Hay que hacer las (medidas) preventivas, tenemos que analizar cada hábito (de higiene) nuestro, como tocar superficies que no nos hemos preocupados por limpiar, lavarnos las manos», resaltó. .

Enfatizó en la necesidad de hacer un «cambio violento en la cultura» en relación a las formas de saludarse, así como «aprender a lavarse las manos correctamente y hacerlo continuamente».

Las medidas drásticas, como restringir los vuelos desde Europa, tienen un «impacto sicológico, más que físico y económico», afirmó el líder empresarial.

«NO BAJAR LA GUARDIA»

Vinelli indicó que el coronavirus es un padecimiento nuevo, por lo que «no se sabe el impacto que tiene como enfermedad» y pidió a la población «no bajar la guardia» ante el virus.

Dijo además que los hondureños deben «prepararse para el peor de los casos» por el brote del COVID-19.

Destacó la necesidad de que las autoridades actúen con urgencia y de forma coordinada frente a la crisis por el coronavirus, así como acatar las recomendaciones para prevenir el virus.

El líder empresarial señaló que entre las recomendaciones figuran lavarse las manos frecuentemente con jabón o gel desinfectante, taparse la boca con el brazo, y no con la mano, cada vez que se estornude o se tosa y guardar una distancia de un metro entre las personas, sobre todo si muestran síntomas.

CORONAVIRUS AMENAZA EL TURISMO

El sector turismo de Honduras, según Vinelli, previsiblemente se verá «altamente» afectado por la crisis del coronavirus de Wuhan.

«Todo esto aparentemente es un caos», dijo el empresario, quien destacó que el turismo es el sector que «más sufrirá» por ese virus en el país, bajo alerta roja por la enfermedad.

Insistió en que el sistema sanitario del país «no tiene la capacidad» para atender una crisis por coronavirus, por lo que el Gobierno ha tomado «decisiones drásticas» para proteger la vida de sus habitantes ante la falta de equipo y material para enfrentar una oleada de pacientes.

El cierre de los centros educativos y las universidades es una «medida saludable» para evitar la propagación del virus, pero afectará el sector de alimentos, añadió.

«El punto fundamental y estoy esperando que contrario a Italia, los estudiantes no crean que son unas nueva vacaciones y se les da permiso para ir festejar y reunirse y tener tertulias, por lo que deben respetar los mandatos de la OMS de quedarse en casa y tratar de evitar contactos innecesarios», explicó Vinelli.

Las medidas drásticas, como restringir los vuelos desde Europa y otros países afectados por el COVID-19, tienen un «impacto sicológico, más que físico y económico», aseguró el vicepresidente de los empresarios hondureños.