Tegucigalpa (Por Alejandro García) – Los racionamientos programados -cuatro horas al día, tres veces por semana- que esta semana anunció la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) para el presente verano, revive la crisis energética que se vivió hace casi 30 años en el país, época en la que diariamente se registraban apagones de hasta siete horas.

– Hay una indisponibilidad promedio de 120 megawatts en las plantas nacionales.

– El déficit máximo de generación diario en hora pico es de 130 megavatios.

– Las interrupciones serán en 105 circuitos del Sistema Interconectado Nacional.  

“Quién olvida su historia está condenado a repetirla”, reza la frase del poeta español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana, aunque también se le atribuyó a Napoleón Bonaparte, que en la actualidad cobra vigencia en Honduras, luego del anuncio de cortes de energía como ocurrió luego del gobierno del expresidente Carlos Roberto Reina.

En 1994, Honduras sufrió una fuerte crisis energética que no fue tratada en los años previos, situación similar a la actualidad, en la que la reacción de las autoridades parece ser tardía e ineficiente, de acuerdo a los expertos.

El 22 de abril de 1994, el gobierno de Carlos Roberto Reina declaró emergencia ante la crisis energética.

Los conocedores y actores del sistema advirtieron desde hace cuatro años que el gobierno debería licitar potencia firme de más de 300 megawattss de energía para evitar la crisis de interrupciones en los años posteriores, lo que ahora mismo ocurrió.

Las recomendaciones nunca fueron tomadas en cuenta desde el 2019 y hasta mediados de 2023, el país sigue sin adquirir nueva energía que ingrese al servicio, aún y cuando los procesos pudieron hacerse debidamente licitados.

Esta inacción ha provocado que en las últimas semanas se agudicen las interrupciones del servicio de energía no programados en la mayoría del territorio, perjudicando fuertemente la actividad económica.

Ante la falta de ingreso de decenas de megavatios y la incapacidad de cumplir la demanda en horas pico del día, el gobierno determinó proceder a los racionamientos, pese que la gerencia provisional de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) descartara en marzo que se registrara apagones y la compra de energía durante el verano.

Los racionamientos de energía se atribuyen a la incapacidad de satisfacer la demanda, especialmente en las horas picos del día.

(LEER): No habrá compra directa ni apagones durante el verano, garantiza gerente de la ENEE

Apenas esta semana, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) anunció que a partir de la fecha se implementarían interrupciones del servicio por cuatro horas en tres ocasiones cada siete días.

Igualmente, el gobierno hondureño, a través del ministro de Energía, Erick Tejada, advirtió en cadena nacional de radio y televisión, que intervendrá y adquirirá las plantas de generación de energía en el caso de ser necesario porque así lo señala la nueva ley especial del sector.

El funcionario denunció un sabotaje nacional y una indisponibilidad atípica de energía térmica, extremo que fue negado por los generadores.

La comparecencia del ministro de Energía ocurrió mientras la presidenta Xiomara Castro finalizaba su visita oficial a China, país con el que Honduras estableció relaciones hace unos meses.

Argumento de la ENEE

El argumento trillado de las autoridades de la estatal eléctrica fue que durante 30 años no se invirtió para incrementar la potencia firme en la generación de energía y que se redujo la capacidad de las centrales hidroeléctricas por la sequía y la falta de disponibilidad en el Mercado Eléctrico Regional (MER).

El gerente provisional de la ENEE, Erick Tejada, declaró que las interrupciones o apagones a nivel nacional en mayor medida son producto de “la indisponibilidad atípica” de energía térmica.

Según la estatal eléctrica, las interrupciones serán programadas teniendo en cuenta la probabilidad de desconexión de los circuitos, basándose en la disponibilidad proyectada de generación de energía eléctrica de las plantas nacionales y del Mercado Eléctrico Regional (MER), como los niveles de los embalses de las centrales hidroeléctricas.

La ENEE esclareció que algunas interrupciones podrían ser ocasionadas por el déficit de generación, como las limitaciones en el transporte de energía en la red de transmisión y el estado precario de la red de distribución.

La versión oficial establece que las interrupciones serán temporales aunque no especifican cuándo finaliza. Asimismo, señalaron que cada lunes se irá actualizando el día y las horas de las interrupciones del servicio de energía eléctrica por zona.

Las interrupciones serán de tres a cuatro horas.

Para tal fin, se puso a disposición de la ciudadanía el enlace plan-interrupciones.enee.hn donde se podrá consultar los horarios de la suspensión del servicio.

Las interrupciones se aplicarán para prevenir posibles fallos mayores en el sistema eléctrico del país. Además, los racionamientos se aplicarán en el noroccidente del país, el Litoral Atlántico y la zona centro-sur.

Algunas zonas sufrirán racionamientos durante dos días en las horas picos del día: 9:00 am – 12:00 pm y 6:00 – 9:00 pm.

La misma historia de hace 30 años

Estas interrupciones reeditan, aunque en menor medida, los apagones que sufrió el país en 1994, primer año de gobierno de Carlos Roberto Reina (1994-1998).

En ese año, el país experimentó severos racionamientos de energía eléctrica debido al déficit de 80 megawatts durante el verano.

Proceso Digital consultó los periódicos de esa época, y en los mismos la ENEE justificaba que la causa de los racionamientos se debía a los bajos niveles de agua en la represa hidroeléctrica Francisco Morazán, conocida como El Cajón, similar a lo que ocurre casi 30 años después.

El bajo nivel del embalse de la central hidroeléctrica se atribuyó por los malos inviernos, las sequías, la deforestación y el incremento excesivo en la demanda de energía eléctrica.

Esta situación originó interrupciones en el servicio de energía en base a un plan estratégico de racionamiento para evitar males mayores.

La ENEE indicó en aquel momento que la solución era únicamente el ahorro de energía para que los racionamientos no fueran mayores.

Incluso, el Congreso Nacional citó al gerente de la ENEE de ese tiempo, Jorge Valle, para que diera respuestas de la crisis energética y se buscara soluciones ante la advertencia que en los próximos meses el país podría quedar “a oscuras” ante los prolongados apagones.

Las respuestas que ofreció Jorge Valle fueron aumentar el tiempo y la frecuencia de los cortes de energía, reparar los generadores de la represa Santa María del Real, asesoría técnica de extranjeros para reparaciones, suministro de 24 megavatios por parte del sector privado y otros.

El 22 de abril de 1994, el gobierno emitió decreto de emergencia en la que autorizó a la ENEE a adquirir energía en el ámbito nacional o internacional mediante precalificación y licitación de manera simultánea.

El déficit diario del servicio era superior a los 80 megavatios por el bajo nivel de agua del embalse de El Cajón.

Para junio de ese año, los racionamientos aumentaron a cinco horas por día en tres ocasiones, la estatal eléctrica ofrecía interrupciones en la jornada matutina, en horas de la tarde y noche.

Las interrupciones eran de 7:00 de la mañana a 12:00 pm, del mediodía a las 5:00 de la tarde, y 5:00 pm hasta las 10:00 de la noche en la mayoría del territorio hondureño durante los siete días de la semana.

Los racionamientos fueron recurrentes en Tegucigalpa, San Pedro Sula, Choloma, La Lima, El Mochito, represa de Cañaveral, Piedras Azules, El Progreso, Yoro, Comayagua, Siguatepeque, Copán, Ocotepeque, Choluteca, San Lorenzo, El Paraíso, Olancho, Colón, Tela, La Ceiba y Villanueva.

De acuerdo al Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), las pérdidas diarias eran de 20 millones de lempiras y 25 % de su producción.

Ocho meses en oscuridad en 1994

El exgerente de la ENEE, Salomón Ordóñez calificó como positiva la publicación de horarios de cortes programados, ya que eso permitirá tomar acciones a partir de un problema ya identificado.

Salomón Ordoñez, exgerente de la ENEE.

Recordó que el expresidente Carlos Roberto Reina gestionó ayuda a la crisis energética con los países centroamericanos, incluso con República Dominicana y México. Fue así que Carlos Salinas de Gortari le donó tres turbinas a Honduras, que personal de la ENEE viajó a tierras aztecas para desarmarlas y traerlas al país, luego se colocaron en estaciones ubicadas en el norte hondureño.

Pidió que en momentos de crisis “hay que estar con la mente abierta y solicitar ayuda a los países de la región”, sin perder de vista la generación de energía para los próximos años porque si no se hace nada al respecto el problema será mucho mayor.

“La crisis de 1994 comenzó en febrero, tenía un mes de haber tomado posesión el presidente Carlos Roberto Reina, y se terminó superando cuando comenzó a llover y se agregaron algunos motores, eso ocurrió allá por septiembre de 1994”, reseñó.

Presidenta Castro debería hablar con sus pares

Apuntó que en la actualidad la compra de 150 megavatios ayudaría mucho a paliar la crisis actual de energía. La disponibilidad de esa cantidad de energía se podría encontrar entre Guatemala y El Salvador, dos países exportadores de energía, pero que han tomado precauciones por la advertencia sobre las consecuencias por el fenómeno El Niño.

“La presidenta Xiomara Castro podría hablar con los presidentes de El Salvador y Guatemala para mediar con el objetivo de conseguir esa energía al menos en esta primera parte de la crisis de junio que podría mejorar por las lluvias, pero que luego se manifestaría de nuevo en agosto de este mismo año”, manifestó.

Fue vital acuerdo con empresa privada

De su lado, el exgerente de la ENEE, Manuel Arriaga Yacamán, recordó que lo que ayudó a Honduras en la crisis de 1994 fue un acuerdo con la empresa privada, ellos pusieron a disposición sus plantas que tienen de back up en sus compañías, eso lo hacían poniéndolas a funcionar en las horas de máxima demanda y la estatal les devolvió esa energía cuando la crisis había pasado. Por esta vía se obtendrían actualmente unos 100 megavatios, citó.

Otra solución -según Yacamán- es que la empresa privada acepte una tarifa horaria estacionaria para que en las horas pico de máxima demanda baje el consumo y esto resuelve el problema de generación, transmisión y distribución.

Manuel Arriaga Yacamán, exgerente de la ENEE.

Además, propuso cambiar 500 mil lámparas de mercurio y vapor de sodio, apagar las que están encendidas en el día, lo que permitiría un ahorro de unos 40 megavatios.

También, sugirió hacer una licitación para asegurar la compra de energía en la región y certificar el acceso a las líneas de transmisión de la región para ver si se puede complementar otro poco. Paralelamente a eso, arrendar maquinitas diésel de 2 y 3 megavatios como se hizo después de la crisis de 1994 colocándolas en las subestaciones.

Arriaga Yacamán, del centenario Partido Liberal, fue gerente de la empresa estatal de energía eléctrica de 1997 al 2001 y de la Empresa Nacional Portuaria (ENP) entre el 2006 y 2007. También fue congresista entre el 2002 y 2006.