Panamá – Centroamérica cuenta en general con una elevada disponibilidad hídrica, pero el agua no llega a toda la población o lo hace sin ser de calidad, lo que evidencia que la gestión del recurso en la región es apenas incipiente.
A esa situación, que trae consecuencia sanitaria como una alta incidencia de enfermedades transmitidas por el agua especialmente en zonas rurales, se suma el cambio climático y fenómenos como El Niño, que ahora genera una fuerte sequía en países como Honduras y Panamá.
«Queda mucho por hacer» en materia de gestión del agua en Centroamérica, donde el asunto «apenas se está empezando a trabajar», comentó a Efe el especialista en Recursos Hídricos del Banco Mundial, el mexicano Héctor Serrano.
En el marco de una conferencia en la Ciudad de Panamá a propósito de la conmemoración este 22 de marzo del Día Mundial del Agua, Serrano dijo que el multilateral tiene varias iniciativas a nivel centroamericano, inclusive una asistencia técnica, para que los países de la región «piensen en la gestión de recursos hídricos».
En Centroamérica hay un espacio «muy importante» para la aplicación de iniciativas que busquen regular el recurso hídrico y el desarrollo de infraestructura que permita tener una capacidad de almacenamiento en tiempos de sequía, pensando en el cambio climático y en temas de administración de agua, afirmó el experto del Banco Mundial.
Los datos oficiales dejan claro que el problema de esta zona del mundo, donde la gran mayoría de sus cerca de 50 millones de habitantes viven en la pobreza, no es que no haya agua.
En Guatemala por ejemplo la disponibilidad hídrica anual per cápita supera el umbral propuesto por la ONU de 7.539 metros cúbicos, y Panamá registra un promedio de lluvias anual de 2.500 mililitros.
Pero en Guatemala el 82,8 % de las viviendas en el área rural no cuenta con drenajes, mientras que, en contraste, en el área urbana metropolitana solo 9,1 % no tienen saneamiento básico en su casa.
En Honduras el 70 % de la población tiene acceso al agua pero no toda es apta para el consumo, dijo en Tegucigalpa a Acan-Efe el viceministro de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente de Honduras (MiAmbiente), Carlos Pineda, en el marco de un acto de cara al Día Mundial del Agua.
El balance hídrico de Honduras es «positivo», ya que utiliza menos del 10 %. La red hídrica del país y la conformación de acuíferos (aguas subterráneas) es abastecida por un régimen de precipitaciones que oscila entre los 500 y los 3.800 milímetros de lluvia por año.
Pero el cambio climático cada año tiene más repercusiones en el país, en mayor grado cuando se registran sequías prolongadas como la prevista para este 2019, que se está haciendo sentir con ríos que están secos.
El tema del almacenamiento del agua de la época lluviosa es, a juicio del vicepresidente de Ambiente y Agua de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Carlos Vargas, uno de los retos de Panamá, un país que según han dichos funcionarios del Gobierno, sufre un «estrés hídrico» por el alto consumo humano.
«En Panamá llueve bastante pero no hemos aprendido a regular ese caudal para la época de la sequía», dijo Vargas, que informó de que la ACP adelanta estudios que parecieran demostrar que en zonas críticas del país «hay suficiente cantidad y calidad de agua como para construir reservorios multipropósitos».
Estos reservorios servirán para abastecer actividades económicas y humanas, para controlar las inundaciones cuando llueve mucho, y para reservar para cuando haya sequía.
Vargas recalcó que Panamá atraviesa desde diciembre pasado la «peor sequía en 106 años», y que los reportes especializados más recientes indican que «hay un 80 % de probabilidades de que El Niño termine en junio y un 60 % de que se extienda a septiembre».
En Nicaragua, un país de 6,3 millones de habitantes, la cobertura de agua con fuentes mejoradas es del 91 % en el área urbana, mientras en la zona rural el acceso al agua potable es del 35 %, de acuerdo con los datos oficiales.
Costa Rica alcanza un 93,9 % de cobertura de agua potable, mientras que el 15 % de las aguas residuales son saneadas, casi el doble que en 2015 cuando era de 8 %.
El proyecto más ambicioso del país en la actualidad es el del Sistema de Abastecimiento de Agua para la Cuenca Media del río Tempisque y Comunidades Costeras (Paacume), en la provincia de Guanacaste, la región más seca del país, y para el que cuenta con un crédito por 425 millones de dólares.
La gestión del recurso trae en varios países de la región conflictos sociales, como el que ocurre en El Salvador, donde la posibilidad de que se abra la puerta al sector privado en el ente rector del agua ha generado decenas de protestas callejeras para defender el carácter de derecho humano que tiene el recurso hídrico.