Tegucigalpa (Proceso Digital /Por Isis Rubio)- La creación de una Escuela de Cine es un sueño por el que lucha el cineasta hondureño Hispano Durón Gómez, quien sostuvo que no quiere retirarse o morirse sin antes ver que Honduras cuenta con esa carrera.

 “Anita, la cazadora de insectos” y “Morazán” obras que lleva en su corazón.

Se define como cineasta y académico, en ambas refleja su amor por el cine.

Durón Gómez es un reconocido cineasta hondureño, sus producciones han dejado huella en el país y su deseo de contribuir a formar a los jóvenes es infinito.

Hispano Durón Gómez nació en Tegucigalpa el 11 de junio de 1965 y creció en el barrio La Ronda. Sus padres César Óscar Durón y Ana María Gómez, fallecieron hace ya casi una década, relató.

Conversando sobre su vida con Proceso Digital, sostuvo que vivía en pleno centro histórico de Tegucigalpa, a media cuadra del otrora prestigioso cine Palace. Esa cercanía física con una de las salas de cine de la época, le hizo crear un vínculo especial con el séptimo arte.

Hispano tuvo que viajar a Cuba para convertirse en cineasta.

“Desde niño iba a ver películas en los horarios de la tarde, todos los días, creo que esa cercanía al cine ejerció una influencia bastante grande en mi decisión de dedicarme al cine, pero también mis padres eran aficionados del cine, les gustaba mucho ir a ver películas”, manifestó.

Ese amor por el cine marcó su vida y su formación. Así recorrió varios caminos para doctorarse en cine en la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) en San Antonio de los Baños, Cuba.

Por ello, su sueño es que Honduras cuente con una Escuela de Cine y más allá de una quimera, él, junto a cineastas y profesionales afines, se han reunido y han presentado una propuesta a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

“Es algo que está en proceso, no es fácil crear una carrera, sabemos que no es de un día para otro, eso conlleva un proceso bastante complejo, pero ahí estamos, en lo personal estoy muy interesado en empujar ese proyecto y no quisiera retirarme o morir antes de ver que en Honduras se haya creado una Escuela de Cine”, manifestó.

Hispano aparte de ser cineasta es académico, ejerce la cátedra en las Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán y en la UNAH, en ambos casos son clases sobre cine y audiovisuales.

Hispano Durón desde niño le gustaba acompañar a su padre al cine  y ver películas italianas.

Ir al cine es escaparse de la realidad

Hispano reflexiona sobre su pasión y dice que ir al cine es escapar de la realidad para vivir otra, una realidad imaginada en la que algunas cosas pueden salir mal y no como una espera, pero al final como que todo tienen una solución.

Sigue comentando que “luego, cuando uno sale de la sala de cine, vuelve a la realidad y puede reconectarse con esa realidad imaginada, pero ya de una manera más reflexiva y esto ocurre incluso de niños”.

Detalla que su padre le contaba las películas después de que iban a verlas, – “… y yo lo escuchaba atentamente a él, era un gran aficionado del cine y leía mucho sobre cine, entonces de él aprendí muchísimo, tanto a analizar las películas, a comentar sobre las actuaciones, a observar el trabajo de los directores, a seguir algunos directores, también a apreciar el cine de acuerdo con su nacionalidad”, detalló.

Recordó que, en la época de su niñez, estaba de moda el cine italiano y que él era un aficionado especial. Por ello pensó que al estudiar cine viajaría a Italia para formarse allá.

Directores como Federico Fellini y Paolo Pasolini eran sus referentes en ese momento.

Desde los seis años incursionó en el teatro y estudió en la  Escuela Nacional de Arte Dramático.

Su paso por el teatro

Hispano Durón Gómez recordó que la adolescencia la pasó en buena medida en los escenarios, en el teatro, estudió en la Escuela Nacional de Arte Dramático y formó parte de grupos de teatro y fundó, con algunos compañeros, el grupo “Rascaniguas”.

“Era un grupo de teatro de jóvenes, de cipotes que éramos los que estábamos ahí, pero que agarramos lo del teatro con mucha pasión, estoy hablando de cuando yo tenía unos seis años, más o menos, cuando comenzamos con el teatro”, comentó.

Explicó que varios integrantes de ese grupo han seguido trabajando en el teatro, como Tito Ochoa, director de Casa Teatro Memorias; Katia Lara , que es una cineasta, también formó parte de ese grupo Norman Medrano, algunos músicos como David Herrera, es decir, para todos los integrantes del grupo fue una escuela de mucha riqueza.

El cineasta hondureño sostuvo que su interés por la Historia lo llevó a ser más perseverante.

Se interesó por la carrera de Historia

Hispano relató que cuando entró a estudiar en la universidad se interesó por la carrera de Historia ya que para entonces las universidades hondureñas no ofrecían la carrera de arte.

“Quise estudiar una carrera relacionada a mis intereses artísticos, pero no había por lo que decidí estudiar Historia, cursé algunas clases y luego me pase a la carrera de Periodismo donde cursé dos semestres y luego me fui del país a estudiar Cine que era mi pasión”, explicó.

Dijo que curiosamente, ese interés que tuvo por la Historia muchos años después volvió, primero, cuando comenzó a estudiar el doctorado y que necesariamente tuvo que formarse en materia teórica de la historia porque se dedicó a investigar sobre la historia del cine centroamericano y posteriormente con la película Morazán.

Su primera producción fue la película “Anita, la cazadora de insectos”.

“Anita, la cazadora de insectos” y “Tierra y Fuego”

La primera producción como cineasta, para Hispano Durón fue la película “Anita, la cazadora de insectos”.

Con Anita, la cazadora de insectos “fue cuando yo descubrí a un público masivo como actor” dijo Hispano que esa obra le hizo reconocerse a través de ella, de expresarse con sus ideas y sus intereses a través de la producción.

La película “Anita, la cazadora de insectos”, aunque está basada en un cuento de un escritor hondureño, hizo que el cineasta Durón se identificara con la obra y con la historia que se contaba. El estreno y exhibición consecuentes fueron de mucho éxito en el país además de tener un recorrido por festivales internacionales.

Asimismo, otra producción de Hispano es el documental “Tierra y Fuego” que trata de la alfarería tradicional lenca de La Campa, en el departamento de Lempira, este proyecto fue parte de su maestría.

“Es una alfarería que se ha mantenido tradicionalmente con formas de producción precolombina, es decir, que hacen la cerámica como lo hacían antes de la llegada de los europeos sin tornos, sin horno y utilizando las materias primas, entonces es una tradición muy, muy, arraigada desde el pasado, eso fue lo que me llamó la atención a mí y por supuesto, ha sido estudiada por muchas personas del instituto”, manifestó.

En ese momento Hispano Durón culmina su programa de Master of Arts in Visual Anthropology (1995), en University of Southern California (USC) en Los Ángeles, California, EEUU y le dijo a Patricia Cardona que era la encargada del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) en ese entonces, que había hecho dicho documental que si se lo podría mostrar,  cuando ella lo vio dijo que era justamente lo que necesitaban, entonces ellos le compraron el documental, luego fue difundido en muchas partes, ahora es utilizado como material didáctico en la carrera de Antropología de la UNAH.

“Eso es un trabajo con el que me siento muy satisfecho de la experiencia, fue muy agradable, muy bonita experiencia estar ahí compartiendo con las alfareras de La Campa, además que es un sitio muy hermoso, uno de los más bellos de Honduras”, comentó.

Morazán marca el inicio de la participación de Honduras en los Premios Oscar.

“Morazán” ha marcado su vida

Para Hispano la película “Morazán” le ha marcado en muchos aspectos, ya que lo hizo crecer, hizo entender mejor el proceso de hacer películas y hacerlas llegar al público.

Indicó que el proyecto no solo es de él, es un trabajo colectivo, un trabajo de equipo, en esa película hay talento con muchos artistas y puedo mencionar, por ejemplo, el talento de José Dagoberto Martínez, quien fue el escritor del guión o autor junto conmigo, el productor de la película, también el trabajo de producción de Ana Martín, el trabajo de creación musical de Alejandro López, el de actuación de Orlando Valenzuela y muchos.

“Se trataba de una película educativa hecha por una universidad, la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, un producto académico de la ciudad, no prometía necesariamente ser popular, sin embargo, con el productor autor del guión nos propusimos que la película, al mismo tiempo de hablar de la historia de Morazán en general, tuviera muchos momentos que son atractivos, entretenidos, pero particularmente en el final, cuando Morazán desató la última batalla, la batalla por confirmar,  por reunificar la República centroamericana, además de que la producción contiene intriga, traición y pasión”,  detalló.

El cineasta hondureño cuida cada uno de los detalles en el rodaje de cada película.

2017, un gran año para el cine hondureño

En ese sentido, dijo que la película llegó a ser la más taquillera de las películas hondureñas ese año, que fue un año muy especial, 2017 es un año que queda registrado en la historia del cine hondureño, es el año en el que mayor cantidad de películas pequeñas se hicieron y a pesar de que han pasado ya cuatro o más años, no se ha podido superar, fue un año muy productivo para el cine.

Agregó que Morazán también marca el inicio de la participación de Honduras en los Premios Oscar.

“La película llegó y fue vista por los miembros de la Academia, que son los que se ocupan de votar por el premio de mejor película extranjera, lastimosamente no pasó a la siguiente fase, pero el solo hecho de haber sido seleccionada para competir en los Oscar ya representaba un mérito que nosotros lo valoramos mucho”, argumentó.

El cineasta hondureño realiza su trabajo con mucha pasión.

Radioteatro

Hispano relató que antes de la pandemia tenía en mente realizar una película sobre La Independencia para que fuera estrenada este año en honor al Bicentenario, pero la misma no se logró grabar.

En ese sentido la adaptó para una serie muy parecida al radioteatro.

Dijo que adoptó el material al lenguaje radial y lo convirtió en una serie, y luego en una serie podcast que se van a difundir en plataformas cuando se concluya el proyecto, sostuvo.

A partir de este siglo el cine hondureño ha tenido un crecimiento acelerado, asegura el cineasta.

Cine hondureño prometedor

Para Hispano Durón el futuro del cine en Honduras es muy prometedor.

“En primer lugar, observemos qué es lo que ha ocurrido en los años recientes, el cine hondureño ha venido creciendo y a partir de este siglo ha tenido un crecimiento acelerado, es decir, cada vez se hacen más películas y cada vez hay mayor aceptación por el cine hondureño”, aseguró.

Hispano sostuvo que  la migración está presente en muchas de las películas centroamericanas.

En el cine la migración se aborda de diferentes maneras

Para el cineasta hondureño, en el cine la migración se aborda de diferentes maneras. Para la región centroamericana la migración es un tema fuerte y actual.

“Mi tesis doctoral tiene que ver con el cine centroamericano de la primera década del siglo XXI, estudiando las películas de esa década, una de las cosas que descubrí es que uno de los temas recurrentes en el cine centroamericano es la migración”, relató, aunque entonces aún no se daban los éxodos en caravanas

Reconoció que la migración está presente en muchas de las películas centroamericanas, que se repite, ya sea porque el tema de la película es un centroamericano que sale en busca de una mejor vida o un centroamericano que está allá afuera y trata de mantener una comunicación con su país, o un centroamericano que se ha quedado sin vida en la ruta migratoria, por lo que se aborda de diferentes maneras y se vuelve un tema interesante para los cineastas.

Hispano Durón sigue buscando temas, creando ideas, produciendo e innovando tanto en la cátedra como en la práctica. Por ahora su ilusión es crear la escuela de cine para Honduras y ya está en ello, junto a los mejores en ese ramo, su proyecto representa una esperanza para las nuevas generaciones y es un bálsamo para un país ávido de cultura en todas sus formas. (IR)