Tegucigalpa – La jornada 18 del torneo hondureño Clausura que se jugará completa este sábado definirá al segundo que sellará su pase para jugar la semifinal y al que descenderá a la segunda división, lo que intentan eludir cuatro equipos: Vida, Real de Minas, Juticalpa y Honduras Progreso.
El cierre de las dos vueltas regulares de la competición también definirá al club que entrará de último para jugar la repesca entre los que ocupen el tercero, cuarto, quinto y sexto lugar.
En la tabla general del descenso, que incluye el pasado torneo Apertura y el Clausura, el Vida y el Real de Minas han sumado 31 puntos, mientras que el Juticalpa y el Honduras Progreso 30.
La situación es más dramática para el Honduras Progreso y el Juticalpa, que se enfrentarán al cierre de la jornada 18, aunque si ninguno ganara y se diera el caso de que el Real de Minas perdiera ante el Marathón, y el Vida contra el Motagua, se produciría un cuádruple empate con 31 enteros, lo que les llevaría a los cuatro a una repesca.
El Real España, tercero con 28 puntos, dirigido por el colombiano Carlos ‘el Piscis’ Restrepo y con remotas posibilidades de cerrar como segundo el Clausura, recibirá al Platense, que con 22 apostará por ganar para asegurar la sexta casilla, lo que le permitiría jugar la segunda fase de la competición.
El torneo es liderado, con 37 puntos, por el Olimpia, que con el uruguayo Manuel Keosseián en el banquillo, desde hace dos jornadas aseguró su boleto a la semifinal.
El Olimpia visitará al Universidad Pedagógica, que ya aseguró su pase a la segunda ronda.
El Real de Minas, que aunque está en peligro de descender a la segunda división, de la que en 2018 saltó a la primera, será anfitrión del Marathón, que ocupa la segunda casilla con 31 enteros.
Con el mejor desempeño que ha tenido el Real de Minas en la segunda vuelta del Clausura, aunque está en zona de descenso, a la vez tiene posibilidad de pasar a la segunda fase, siempre y cuando le gane al Marathón y el Platense pierda ante el Real España.
La jornada se completará con el juego entre Motagua, último campeón, que dirige el argentino-hondureño Diego Vázquez, y el Vida, un equipo de mucha tradición en el fútbol local, dos veces campeón y uno de los pocos que nunca ha descendido a segunda división desde el primer torneo de la Liga profesional, en 1965.
El Motagua, tercero con 30 enteros, está obligado a ganar para cerrar con firmeza en segundo lugar y visar boleto a la semifinal, aunque un punto le bastaría, si el Marathón, al que supera por amplia diferencia de goles, perdiera.
El Vida y el Real de Minas podrían seguir en primera división si obtuvieran al menos un empate, incluso si hay un ganador entre el Honduras Progreso y Juticalpa.
Nunca en la historia del fútbol de primera división de Honduras estuvieron cuatro equipos en peligro de descenso, ni nunca un punto ha valido tanto en la parte baja de la tabla.